miércoles, 5 de mayo de 2010

El sudor no tiene valor comercial

Los padres y maestros tenemos que enseñar a los pequeños, para que sepan desempeñarse en medio de las agresiones y oportunidades que nos brinda la naturaleza, y en medio de las agresiones y oportunidades que nos brinda el sistema capitalista.

Como he mencionado varias veces, la naturaleza recurre a los premios y castigos (placer y dolor) para conservar el fenómeno vida el mayor tiempo posible. (1)

Los padres y maestros copiamos el mismo procedimiento para enseñarles a nuestros pequeños cómo incorporarse a la existencia.

Ahí nos surgen dos alternativas respecto a cómo resolver las dificultades en los intentos que los niños hacen por aprender:

1) Premiamos los esfuerzos y castigamos la falta de ellos; o

2) Premiamos los resultados y castigamos la falta de ellos.

Parecería ser que hasta cierta edad (hasta los 10 ó 12 años), los niños deben ser premiados por el esfuerzo que demuestran hacer aunque los resultados sean escasos o nulos (por ejemplo, ordenar su dormitorio).

A partir de la adolescencia, premiar sólo el esfuerzo sin tener en cuenta los resultados, podría ser adecuado sólo para los jóvenes que demuestren una deficiencia intelectual o motriz.

El pensamiento orientador de padres y maestros, debería incluir criterios laborales. Para determinarlos es bueno ubicarse en posición de comprador, cliente o usuario.

Me explico mejor con un ejemplo sencillo: Si nuestro hijo fuera un desconocido que se nos ofrece como limpiador, ¿le pagaríamos por el esfuerzo que hace para cumplir su tarea o le pagaríamos por dejar todo limpio?

Reconozco que es más fácil decirlo que hacerlo. Adecuar nuestra conducta a la edad de nuestros hijos, no es fácil, pero es imprescindible.


(1) La naturaleza es hermosa pero antipática
(Maldita)Felicidad publicitaria
Somos marionetas de la naturaleza
Loción infalible contra las molestias
La disconformidad universal
El budismo zen
Administración del desequilibrio
«¡Me alegra estar triste!»
Receta racional

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11 comentarios:

Daniel dijo...

No me parece adecuado pagarle a un hijo para que haga alguna tarea en el hogar. Pienso que como las madres trabajan afuera, las tareas domésticas deben realizarse entre todos, y ahí los hijos deben participar de acuerdo a sus posibilidades. De lo contrario lo lógico sería que se le pagase a la mujer un suelgo acorde a las tareas que realiza en su casa.

Pérez dijo...

A partir de los 8 años quiero eficacia. Nada de que lo importante es la intención. Claro que con tareas adecuadas a la edad. Pero eso va mucho en el entrenamieno. 4 de los míos, ya a los cinco años me hacían la girnalda de 3 metros (vio esas las de los cumpleaños) en 15'.

M. Eugenia dijo...

Qué opinan? Ese tal Pérez explota el trabajo infantil o está fuera de época?

Sandra39 dijo...

Permítame que me salga de tema... Ud duplicó sus blogs!! Felicitaciones y mucho éxito.
De paso le digo que tienen un lindo diseño y en una de las fotos quedó como un filósofo; en la otra mejor no hablemos, no es por nada, pero cámbiela en cuanto pueda.

Eloísa dijo...

El sudor tiene valor comercial para los fabricantes de desodorantes. Mi tío está en el ramo.

Lore dijo...

Discrepo con la opinión de Sandra39 en la parte que da a entender lo horrible que quedó en una de sus fotos. Está sólo un poquito maltrecho, digamos como desauciado, pero no tanto como para que una tenga que decir "saque esa foto!", me interpreta?

Roque dijo...

Con los delfines y con los perros es más efectivo el premio; el castigo no se utiliza. Nuestros hijos, en la medida que van creciendo, son casi tan inteligentes como esos bichos, así que podríamos copiar los métodos de sus entrenadores.

Justino dijo...

Los niños tienen que aprender y punto. Están para eso. Por qué premiarlos para que hagan lo que tienen que hacer. El castigo es otra cosa. Cualquier cristiano recibe un castigo si hace las cosas mal, pero los premios? que esperen al Paraíso para los premios.

López dijo...

Como dice Daniel, a mí tampoco me parece adecuado pagarle a un hijo para que haga una tarea en el hogar. Si se me permite, me gustaría afinar el concepto. Lo más adecuado sería pegarle para que haga una tarea en el hogar. Y la maldita Convención de Derechos del niño, niña, adolescente y adolescenta, me tiene sin cuidado!

Marta dijo...

Una los amamanta hasta los 6 meses; les da de comer en la boca hasta el año y medio; les pone la comida en el micro hasta los 20, y de seguir así, termina dejándoles un surtido en el freezer hasta los 40.

Oviedo dijo...

Patricio sabe que si me pierde el exámen yo lo mato. Allá la naturaleza con sus métodos!