domingo, 1 de febrero de 2009

Sueños minuciosos

Por lo que he visto en la tele mi vida ha sido bastante normal aunque la gente que me rodea parece tenerme lástima.

El hecho es que mi madre me tuvo soltera (hay miles de novelas donde pasa eso), pero cuando yo tenía 6 año me enfermé de poliomielitis. Esta es una enfermedad que produce parálisis —en mi caso de las piernas— y también hay muchas historias de paralíticos en sillas de ruedas.

Se ve que ella no me pudo mantener y cuando yo tendría unos 9 años me recibieron en la casa de los padres de ella. Al poco tiempo dejé de verla y me contaron que se había ido a probar suerte en otro país.

Veía muchas películas en la que los chicos de mi edad iban a la escuela y hacían deberes pero a mi nunca me molestaron con esas cosas.

Lo que realmente me molestaba —debo reconocerlo— era que mi abuelo (bastante más joven que mi abuela), soñaba todas las noches y como parece normal, se acordaba de algunas partes y de otras no.

Pues cuando empezaba a contar esas narraciones sin pie ni cabeza que son los sueños, mi abuela, como para demostrarle que se interesaba por esos disparates, le preguntaba y le preguntaba miles de detalles y eso duraba hasta cerca de la una de la tarde que era cuando almorzábamos y todos dormíamos la siesta.

Felizmente, mi abuelo no soñaba en la siesta.

Un día murió mi abuela y se terminó el suplicio matutino.

Habrían pasado quizá 15 días cuando siento que mi abuelo grita y habla solo en una habitación donde ella tenía un santuario lleno de imágenes, estatuas, lirios, candelabros y olores increíbles (por la tele es lo único que no se consigue).

Ese ruido no me molestó porque justo yo estaba mirando una escena de combate donde no hablaba nadie y en eso sale mi abuelo de la habitación abrazando una bolsa enorme llena de euros arrugados.

Cuando logró calmarse me contó la increíble historia de que la abuela había descubierto que en sus sueños estaban los números de la lotería diaria y que ganaba millones con eso.

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16 comentarios:

Anónimo dijo...

Qué clima raro.

Anónimo dijo...

Tengo una prima fanática de estas cosas mágicas que quizá le guste. A mí me pareció una tontería.

Anónimo dijo...

Según parece todavía quedan algunos problemas de matemáticas que no han podido resolverse. Nadie ha dicho que el azar sea uno de ellos, pero a mi me parece que algún día desaparecerá el azar y que podrá calcularse con precisión qué números saldrán en un sorteo.

Anónimo dijo...

El personaje principal parece estar por fuera de todo. Una de dos, o es un retardado o un budista cinturón negro (que no es lo mismo, ojo! aunque se parezcan para los no entendidos)

Anónimo dijo...

Si alguien leyó Desde el Jardín de Jerzy Kosinsky, ¿No se parece este paralítico a Chance? En la peli actuó Peter Sellers.

Anónimo dijo...

Ud ya escribió otro cuentito de una cantante paralítica. No tendrá una idea fija no?

Anónimo dijo...

Este relato me gustó Lic! La voz del niño que cuenta es muy creíble. Da para desarrollarlo.

Anónimo dijo...

Ese niño es genial. Hasta me dan ganas de abrazarlo. (Al niño).

Anónimo dijo...

Todo el tiempo estoy recibiendo señales que tras su justa interpretación se traducen en números. Como son muchos juego a la Tómbola. Para no despertar sospechas ante mis reiterados aciertos, voy a porcentaje con mis 7 sobrinos que concurren alternativamente a la agencia para hacer las jugadas. Aclaro que jugar por teléfono altera las concordancias entre los números. Suerte a todos! Tengan los sentidos abiertos y sensibles al mundo. El universo está de tu lado!

Anónimo dijo...

Sueño a menudo que gano la lotería. En el sueño aparezco con la cara radiante depositando un cheque en el Banco. Nunca aparecen los malditos números.

Anónimo dijo...

No entiendo por qué iban a tenerle lástima a un niño abandonado por su madre, inválido y de padre desconocido.

Anónimo dijo...

Estoy seguro de que la parte que olvido de mis sueños es clave en todo sentido.

Anónimo dijo...

Laura tiene razón. El clima es raro. De todos modos resulta refrescante que no se hable de incendios o de sequía.

Anónimo dijo...

Vieron! Las abuelas somos pesadas pero no es en vano.

Anónimo dijo...

El abuelo no soñaba en la siesta porque tampoco dormía.
Fuimos muy felices.

Anónimo dijo...

El abuelo llegó con la bolsa cargada de euros, justo cuando en la película borraban de la faz de la Tierra a la Comunidad Económica Europea. Lo que es el azar!