viernes, 20 de febrero de 2009

No hay peor sordo que el que no quiere ver

Los seres humanos somos una especie con luces y sombras. Si pudiéramos asignarle un valor a nuestras «luces» y a nuestras «sombras», podríamos llegar a un empate con los demás seres vivos.

Parecería ser que en la naturaleza todo está compensado de alguna manera. La cadena alimentaria (cómo nos comemos entre las distintas especies del reino vegetal y animal), mantiene un equilibrio entre los ejemplares para que el gran «fenómeno vida» sea permanente.

Los seres humanos tenemos en contra que somos muy vulnerables pero tenemos a favor que contamos con una gran capacidad de adaptación, en muchos casos modificando ingeniosamente el lugar donde nos toca vivir.

Para poder aplicar ese ingenio del que disponemos, tenemos que poder registrar acertadamente cuáles son las circunstancias que tendríamos que cambiar para poder vivir satisfactoriamente.

Sin embargo, otro recurso con el que contamos es poder anular la percepción de aquello que nos desagrada. Por ejemplo, si nuestro empleador es una mala persona, podemos ignorar el malestar que nos causa en lugar de intentar cambiar al empleador o de empleo (buscando trabajo en otro sitio).

Aunque es bueno que nos ayudemos mutuamente para tratar de cambiar ingeniosamente el lugar donde nos toca vivir, también es bueno ayudarnos a discernir entre qué estamos negando sin darnos cuenta y qué estamos tolerando conscientemente, ya sea porque no tenemos más remedio o porque el costo de soportar la inconveniencia es menor al de modificarla.

Por ejemplo, sería bueno contar con un sindicato que mejore las condiciones laborales de alguien que esté siendo maltratado por un empleador inescrupuloso pero también es una buena cosa alentar a quien claudica fácilmente ante las adversidades y niega la realidad para no tener que tomarse el trabajo de luchar por lo que le corresponde.

Cabe mencionar un detalle: «alentar» no significa agredirlo para que «reaccione». «Alentar» no es agravar el problema sino aumentar la energía de quien tiene que solucionarlo.

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19 comentarios:

Anónimo dijo...

Leyendo sus blogs desarrollo las facultades del ingenio y el discernimiento. A veces le entiendo, otras le adivino.

Anónimo dijo...

Hay realidades que lo más sano es no verlas.

Anónimo dijo...

No está en nuestra voluntad elegir qué es lo que nos vamos a negar a ver. Quizás psicoanalizarse podría ayudar en este sentido.

Anónimo dijo...

Necesito incorporar un alentador a mi vida para que me estimule diciéndome que reconoce mis esfuerzos, que valora las cosas que hago bien y que no deje de quererme a pesar de todo lo que no puedo.

Anónimo dijo...

He cambiado con mucha frecuencia de empleo. Ahora me doy cuenta de que debo cambiar la estrategia. Esta última vez no tengo acceso al seguro por desempleo porque hace menos de un año que terminé de cobrar el seguro anterior.

Anónimo dijo...

El padre de mis hijos solía alentarlos para que reaccionaran con una buena patada en el que te jedi.

Anónimo dijo...

Hay una fórmula que nunca falla:
A+D= E (amor + diversión = energía)

Anónimo dijo...

Los hinchas alentaron a pedradas a los jugadores.

Anónimo dijo...

Muy bueno el chiste gráfico: el dinero sirve de anteojeras.

Anónimo dijo...

Tengo un amigo que es tan racista que a los blancos no los ve y se los vive pechando.

Anónimo dijo...

Nosotros los humanos hace rato que nos salimos de la cadena alimentaria. Provocamos un gran desequilibrio: nos comemos todo, pero a nosotros no nos come nadie.

Anónimo dijo...

A veces nos sentimos muy mal y pensamos que la única forma de sentirnos mejor es cambiar todo absolutamente. Creo que es un error, pero a veces resulta.

Anónimo dijo...

No estoy de acuerdo con lo del empate con los demás seres vivos. Sin dudas nuestra especie es la peor.

Anónimo dijo...

Yo le dije al Luichi que me ayudara a mejorar la casa pero el muy tacaño se quedó con el plasma!

Anónimo dijo...

A Pablo Neruda le gustaba su novia cuando estaba "como ausente". ¿No sería que la chiquilina se negaba a percibirlo?

Anónimo dijo...

Cuando hay sindicato muchos se suben al carro y dejan que unos pocos peleen por los derechos de todos.

Anónimo dijo...

Si yo anulase la percepción de todo lo que me desagrada, viviría en un mundo lleno de plantas, bichos y tan sólo un manojito de personas.

Anónimo dijo...

Violeta no logra amar al ser humano ... probablemente tampoco pueda amarse a sí misma.

Anónimo dijo...

Estoy harto del "aliento" de mi familia para que consiga trabajo; como si fuera soplar y hacer botellas!