Amar es lo que usted entienda que es aunque estamos más o menos de acuerdo en que se trata de un sentimiento que tiende a unir a las personas.
Todo empieza por lo que uno siente en actitud pasiva. En otras palabras: amar para mí es lo que yo siento cuando alguien me hace sentir seguro.
La clave es el sentimiento de seguridad. Las raíces de este sentimiento llegan hasta aquel momento en el cual éramos absolutamente vulnerables, cuando salimos de un útero donde la preocupación por existir aún no había comenzado.
Por el cordón ubilical recibimos alimentos y oxígeno; flotamos en un líquido que nos exonera casi totalmente de la ley de gravedad y recibimos los estímulos sensoriales muy atenuados (visuales, acústicos, etc.)
Cuando nacemos estalla el malestar. Nos tenemos que encargar de respirar, nos duele el hambre, por los cinco sentidos nos entran sensaciones como agresivos inyectables. Estoy seguro de que recién ahí aparece una primera idea en nuestro cerebro: ¡Me muero!
Quien nos rescata nos produce la alegría de quien ya se siente definitivamente perdido.
Las precarias ideas que surjan en esos primeros días trágicos, son las que determinan qué significa “ser amado” para mí. Con esos datos, más tarde construiré la idea del verbo «amar» y más tarde aún, empezaré a darme cuenta que otros también necesitan ser rescatados por mi y es así cuando empiezo a crear, por ensayo y error (por tanteo), cómo es que el otro se siente rescatado por mí.
La acción de amar no es voluntaria. Somos amados porque de lo contario morimos y eso activa instintos incontenibles en los padres y cuando ya estamos en condiciones de ser nosotros los rescatadores (amar al otro), nos exigirán que hagamos ciertas cosas para que nuestros amados queden conformes con nuestro rescate. Si no logramos su conformidad, seguramente nos lo harán saber de alguna manera: amándonos menos, castigándonos con sentimientos negativos o lo que es aún peor, con la indiferencia.
●●●
21 comentarios:
amar es dar
Está interesante la idea de "rescate" recíproco. Me dejó pensando.
Hay dos cosas que quisiera lograr algún día: amar y llorar. Quizá sólo quiera la primera porque la segunda viene por añadidura.
Angélica: o sos una genia o una pelotuda.
Rescato de este artículo algo que para mi es terrible: Se ama por obligación!! La madre no puede evitar su instinto y amamos para que nos amen. Los poetas tendrán que irse todos al seguro de desempleo!
La pena de muerte es más benigna que la pena de indiferencia.
No quisiera ser tan pelotudo como Angélica para que no se me enoje Melchor, pero sintetizo el artículo pensando que las relaciones amorosas no son otra cosa que una relación del tipo cliente-proveedor.
Yo me compro pilchas de marcas prestigiosas como una técnica de marketing.
Lo más importante en la vida amorosa no consiste en conseguir clientes sino proveedores. Otra conclusión que acabo de sacar.
Quizás la mayoría de las personas deseamos amar y ser amados. El problemas es que pocas logran establecer un vínculo de amor. Desde mi punto de vista un vínculo de amor es de por sí duradero. Cuando los sentimientos aparecen y desaparecen muy rápidamente, creo que más que amor hay encandilamiento (y calentamiento). Sostener en el tiempo un vínculo es difícil, no sólo un vínculo de amor, la amistad también es difícil y las relaciones familiares y laborales también lo son. Para esto no hay recetas, cada cual le va buscando la vuelta como puede, en la medida que tenga interés y sea capaz de aprender.
Amar no es un sentimiento voluntario, surge, pero el amor necesita un poco de la voluntad. Y la voluntad fundamental creo que está en el esfuerzo por no apresurar conclusiones. Si ante los inconvenientes que amenazan la relación, nos dejamos llevar por el miedo y apresuramos la acción de catalogar al otro, empezamos a crear una jaula fósil entorno al vínculo. Nos cerramos a los cambios de la pareja, le ponemos un dique al díalogo permanente que circula y se establece entre dos. Tener siempre una conversación pendiente (como decía Hilary Clington)me parece un buen síntoma de salud en la pareja.
Donde hubo una vez amor ya no queda lugar para la indiferencia.
Mi novia, cuando se enoja, juega a hacerse la indiferente, pero en realidad es bronca.
Para mí el rescate es que si me estoy quemando, me aparten del sol, pero para mi novia el rescate es asolearse todos los fines de semana, de todos los veranos, para cargar las pilas.
El rescate tiene que ver con la manera que cada cual necesita para recibir el amor. Están los "velcro" , que para sentirse amados tienen que estar siempre pegaditos; también están los "resbalosos", que si los empezás a mimosear mucho se te resbalan y se escapan; están los "platónicos", son los que prefieren poco contacto directo...y bueno, podemos divertirnos inventando más categorías, pero lo cierto es que cada cual recepciona y refracta el amor a su manera.
Recuerdo que una vez, tendría 5 o 6 años, fui corriendo y abracé todo lo fuerte que podía a mi papá. Él me apartó de una manera un tanto brusca. Nunca olvidé esta tontería, por algó será que me impresionó.
Algunas chicas no saben vivir de otra forma que pidiendo rescate cada tres meses.
"amar para mí es lo que yo siento cuando me hacen sentir seguro" ME ENCANTÓ ESA FRASE. ME SIENTO REIDENTICADA. LA VOY A ESCRIBIR EN LA TAPA DE MI CUADERNOLA.
A veces estoy tan angustiada e insegura que no soporto los ruidos fuertes, la luz intensa o que me levanten la voz.
Ud ha dicho algo muy interesante, cuando nacemos sentimos "me muero". Un me muero sin palabras, de sensaciones y recortes de imágenes.
Quiero flotar en un líquido que me exonere de todos los impuestos.
Una parte importante del amor es sentirse con respecto al otro como y recorte del mundo, especial y único.
Publicar un comentario