miércoles, 15 de octubre de 2008

La apasionante historia...de cada uno

En el artículo titulado Banco Planeta supongo que la Tierra cuenta con una imaginaria batería de cajas (como las que hay en los bancos para entregar y recibir dinero) desde las que somos llamados para devolver los materiales (que conforman nuestro cuerpo) que recibimos en préstamo a partir del día que fuimos concebidos por nuestros padres.

La representación gráfica de esta suposición también permite pensar que cada una de ellas está especializada en recibir la devolución de diferentes maneras: enfermedad, accidente, suicidio, homicidio, muerte natural.

Lo que mejor recuerdo de la genial historia escrita por Milan Kundera es su título: La insoportable levedad del ser.

Una vez entendida la frase La insoportable levedad (ligereza, futilidad, trivialidad, liviandad, frivolidad, insignificancia, intrascendencia, nimiedad) del ser, es muy difícil padecer la tortura del aburrimiento o justificar la indolencia de las postergaciones, porque éstas sólo son compatibles con los que se creen dueños de lo que recibieron en préstamo.

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23 comentarios:

Anónimo dijo...

Podrá haber alguna devolución de materia. Seguro que el espíritu no cabe en esas cajas.

Anónimo dijo...

¡Qué macabro suena todo esto! Cuando vaya al banco seguro que me voy a sentir mal acordándome de que pueden quedarse con mi cuerpo.

Anónimo dijo...

¡Uauuu! ¿Así que yo me aburro porque me creo inmortal? Es cierto que me aburro y es cierto que jamás se me ocurrió pensar de que tengo el cuerpo prestado.

¿Y esto cómo sigue?

Anónimo dijo...

¿Quién elije la ventanilla? ¿El gerente de cobros? ¿el tesorero? ¿desde la casa matriz?

Anónimo dijo...

Cuando vi esta película me enamoré de Juliette Binoche y me ayudó a salir del placard.

Anónimo dijo...

Hay personas que hacen la devolución en cuotas, con agonías insufribles para ellos y para quienes los acompañamos al banco. (¿¿)

Anónimo dijo...

El estrés me hace mucho daño, me hace sentir mal, me duele el estómago y me da diarrea. Necesito postergar y no es porque me crea inmortal. Todo lo contrario, siento que si me apuro me muero.

Anónimo dijo...

Sé que somos insignificantes pero también sé que no tenemos que saberlo todo el tiempo porque es como si estivéramos todo el día levantando una pesa de 25 kilos: innecesario y demoledor.

Anónimo dijo...

En algunas culturas y subculturas, la muerte es un asunto más. A veces es más grave que a alguien lo maten a traición que la muerte en sí misma.

Anónimo dijo...

Mi hermano mayor no parece loco pero está siempre a mil. Él le dice a todo el mundo que 100 años es poquito tiempo.

Anónimo dijo...

¿Y los 21 gramos del alma? ¿Te los devuelve el cajero? jajaja

Anónimo dijo...

Para estar activos y productivos, evidente es que hay que sentirse amenazado de muerte. ¡Somos hijos del rigor! ¡Qué lástima! Yo que pensé en el libre albedrío y esas mieles para el oído...

Anónimo dijo...

A los tragos dulces hay que beberlos lentamente.

Anónimo dijo...

Se me está poniendo áspero licenciado Mieres. Le van a bajar la cantidades de visitantes. A veces me da miedo no saber con que mala nueva me voy a encontrar.

Anónimo dijo...

El espíritu o el alma en cualquier momento salta que es una parte del sistema nervioso que todavía no descubrieron. Me parece que la medicina recién sabe un 10% del total.

Anónimo dijo...

No se puede perder el tiempo porque estamos de paso, en préstamo, como ud. dice. El tiempo igual porfía por perderse. Tiene vocación escurridisa y si vivimos intentando aprisionarlo, nos estallan los nervios.

Anónimo dijo...

Es verdad, somos menos que una mota de polvo en el universo. Debemos tener paciencia y esperar el tiempo de sembrar y el de cosechar. Entretanto, nuestro estar es simplemente eso, estar en el universo.

Anónimo dijo...

¡Qué embole, por esta caja no pasa nadie!

Anónimo dijo...

No me parece correcto que la cajera de "muerte por accidente" sea la más bonita. Es cierto que los que depositan allí son en su mayoría jóvenes, pero es un golpe bajo ilusionarlos, haciéndoles creer que después de la entrega van a estar en condiciones de competir por los favores de la funcionaria.

Anónimo dijo...

-Se nos descompensó la cajera de Muerte por Suicidio
-¡Taba visto! ¡la gente llega con una ansiedad que te destroza los nervios!

Anónimo dijo...

Este pibe que llegó por homicidio está enchinchado en que no devuelve nada hasta que le dejen hacer venganza por mano propia.

Anónimo dijo...

-Pido cambio al siglo XIV, los que llegan ahora están intoxicados con morfina y si esperan que devuelva los materiales útiles, tendrán que triplicarme el sueldo!!

Anónimo dijo...

- A ver si concertás una entrevista entre Lúcifer y Fausto.
- Fue un pacto de honor, Fausto no va a pagar...
- El punto débil es Lúcifer, mostrale un palo verde, aprovechá ahora que está en suba.