viernes, 26 de noviembre de 2010

¡Qué sola estoy!

El instinto gregario (1) y la soledad, son temas recurrentes en este blog.

Es obvio que me preocupan y seguro que me interesan.

En otra ocasión les comenté que tendríamos que tener una psicología para varones y otra para mujeres. No somos iguales, quizá somos algo parecidos y, para algunos temas, sería bueno partir de la base de que pertenecemos a especies tan diferentes (2) como son las jirafas y las cebras.

Tengo casi por seguro —hasta que alguien me convenza de lo contrario— que son las hembras de casi todas las especies las que elijen a los machos que habrán de fecundarlas (3), a partir de que ellas han decidido abocarse a la tarea de reproducción y alimentación de un nuevo ejemplar para la especie.

Sólo para ser claros usando pocas palabras, imaginemos que existen cien tipos diferentes de hombres. Los numeraremos del uno al cien.

María Estela es una mujer que sólo busca hombres 4, 23, 65 y 77. Si no encuentra ninguno de estas características, podría conformarse con un 9 y eventualmente con un 36.

Todos los demás hombres no le gestarían los niños mejor dotados. Ella gusta de esos cuatro (con opción a dos más). El resto, para ella no existen.

Cuando María Estela dice que «no hay hombres», que «los hombres que sirven, están todos casados o son gays» o que «los hombres son todos unos inútiles», lo que realmente está diciendo es que no se ha cruzado últimamente con ningún 4, 23, 65 ni 77 que le provocara una atracción fulminante.

Tampoco se ha cruzado con algún 9 o 36 que la acompañe provisoriamente.

Cuando algo de esto ocurre, ellas dicen: «¡qué sola me siento!».

En suma: una mujer padece de soledad cuando no encuentra ninguno de los pocos hombres que le sirven.

(1) ¡Hola!¿Cómo te va?

(2) Nadie es mejor que mi perro
Ya sé por qué no me entiendes
Ser varón es más barato

(3) «La suerte de la fea ...»

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13 comentarios:

Marisa dijo...

Licenciado, expusiste con mucha claridad lo que siempre sospeché pero nunca me animé a confirmar. Son muy pocos los que me sirven. Estoy sola pero la culpa no es mía ni de los hombres. La culpa la tiene la genética.

el oriental dijo...

Ya tengo los 5 números para jugar al Cinco de Oro!!

Laura dijo...

Ellos son LAS cebras y nosotras LAS jirafas. Es notorio; hay un claro predominio femenino. Los machos están en extinción.

Edith dijo...

No hay hombres, mal que nos pese. Los divorciados no quieren saber nada, los solteros no gustan de nosotras, los viudos son tristes y nostalgiosos (desean que vistamos las blusas de la difunta). Además ellos se mueren mucho antes.

Lola dijo...

A mí, de los que son del 1 al 100, me sirven el 90%.
Lo que en realidad sucede es que mis congéneres no disfrutan el sexo.

Filisbino dijo...

Soledad bien que podría ser nombre de hombre y es nombre de mujer.

Alejandra dijo...

Es cierto, para mi hay un pequeño rango de hombres que me puede llamar la atención. Prefiero estar sola a mal acompañada.

Maruja dijo...

Son las hembras las que eligen a los machos, porque a estos les viene todo bien.

Hiara dijo...

A mí sólo me sirven los hombres 69.

Luis dijo...

Por lo que dice el Licenciado, es que no vale la pena insistir. Si no te dan bolilla, ponerse pesados es peor.

Catalina dijo...

La mujer padece soledad cuando se queda sin los hijos.

Iris dijo...

Prefiero salir con mis amigas. Los hombres son demasiado primitivos.

Natalia dijo...

Encontrar al compañero de vida es una de las experiencias más lindas que he vivido.