martes, 16 de febrero de 2010

«La suerte de la fea …»

«… la bonita la desea».

¿Cómo nos reproducimos los humanos?

Ellas eligen y atraen al ejemplar masculino cuya dotación genética, en combinación con la propia, generará hijos hermosos y sanos. (1)

Ahora ensayaré una explicación de por qué a veces él no la fecunda.

Nuestra cultura necesita que sean los hombres quienes figuren como los conquistadores (los que mandan, gobiernan, deciden).

Esta situación es subversiva, está dada vuelta patas arriba porque las que verdaderamente seducen, atraen y convocan son las hembras, pero la cultura necesita darle a los varones un rol más prestigioso y por eso obliga a que todo el mundo mienta, disimule, niegue el instinto mamífero que nos gobierna.

Como los seres humanos somos animales ... y los animales no mienten (al menos con tanta hipocresía), entonces se produce un gran problema: la mayoría de los varones somos tímidos porque en vez de actuar sinceramente (reconociendo que tuvimos la suerte de ser elegidos por una hembra), tenemos que convertirnos en seductores, conquistadores, asediadores.

¿Por qué tienen tanta suerte las feas [según el refrán]?

Porque a los varones nos cuesta competir cuando tenemos que hacerlo con muchos otros hombres.

Las mujeres bonitas nos hacen pensar que tendremos que pelear con muchos hombres interesados, esto nos acobarda y por eso huimos de la competencia.

Sin esta subversión cultural, tanto la linda como la fea seleccionarían a uno o dos varones genéticamente atractivos y no existiría la tan temida competencia.

Aceptando la realidad (que son las mujeres las que eligen al varón que prefieren), todo sería menos complejo… y el refrán no existiría.

¿Se imaginan una fiesta sólo de hombres para festejar que uno de ellos fue seleccionado por una mujer para ser el padre de sus hijos?



(1) «A éste lo quiero para mí»; «Soy celosa con quien estoy en celo»

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11 comentarios:

Natalia dijo...

Ya ha dicho varias veces que las que combocan son las mujeres pero a mí todavía no me queda claro. A mí me parece que en algunas circunstancias es él y en otras ella.
Me gustaría, de ser posible, que en algún artículo futuro volviera a exponer sus argumentos con respecto al este tema.

Filisbino dijo...

Un buen capitalista no debería temerle a la competencia.

Canducha dijo...

Hasta hace poco, la gran alegría de una madre era haber "colocado'a todas sus hijas; es decir, que ninguna hubiese quedado "para vestir santos". Y si el candidato tenía un buen pasar, mucho mejor. Claro que las más de las veces se conformaban con que fuese bueno y trabajador.

Susana dijo...

Ni la fea, ni la linda tienen problema porque cada botón tiene su respectivo ojal.

Rosana dijo...

Me encantaría volverme invisible y presenciar una de esas fiestas que ud dice. Sería divino que todos los hombres tuviesen la transparencia y la honestidad de celebrar que al fin han sido elegidos por una mujer.

Hugo dijo...

Y qué pasa si ninguna mujer quiere seleccionar a los que no estamos tan bien dotados?

Marcia dijo...

Es así Hugo, no veo ninguna razón para que una mujer tenga que elegir a un hombre con genes de segunda.
Habrá hombres que tendrán que dedicarse a tareas sencillas y fastidiosas para pasar el rato.

Cacho dijo...

Creo que no lo entendí bien. Ud está proponiendo que ellas tengan dos y nosotros con suerte una?!!!

Sandra39 dijo...

La hembra atrae a los machos cuando está en período de celo, pero los humanos no tenemos período de celo. No entiendo.

Carina dijo...

Entonces el "Don Juan" es un producto cultural? Yo lo pensaba más desde el punto de vista psicológico individual.

Mercedes Cid dijo...

Las salvajadas que usan los hombres para homenajearse también tendría que cambiar. Ya no sería razonable que se lo "castigara por tonto" como hasta ahora porque la idea sería premiarlo.