viernes, 2 de abril de 2010

El subdesarrollo solidario

Trataré de fundamentar por qué son personas solidarias las que pueden emitir juicios como estos:

— Si una mujer es violada: «Quizá ella usa minifalda»;

— Si alguien es robado: «Seguramente no tomó las debidas precauciones»;

— Si alguien se enferma: «Hay gente que no se cuida».

La solidaridad es un sentimiento infantil.

Los adultos no se vuelven solidarios sino que permanecen solidarios.

En algunos artículos ya publicados (1) he comentado con ustedes que en nuestras primeras etapas de existencia no podemos diferenciar los elementos integrantes de la totalidad.

Sentimos formar parte de algo confuso, indiscriminado, global.

Como casi todo lo que nos remite a la infancia, este sentimiento es tierno, amoroso, placentero, pero en realidad está mal ubicado en la adultez.

No es fácil criticar a las personas solidarias porque para muchos es como condenar a los niños, es como poner en duda el amor a los semejantes, es como proponer bajar la edad de imputabilidad criminal a menores de edad.

Las personas solidarias no distinguen con claridad la diferencia que existe entre ellos y los demás.

1º) Si un amigo padece una desventura, la sienten como propia.

2º) Al sentirla como propia sienten que el amigo los está haciendo sufrir.

3º) Por lo tanto el amigo los está atacando.

4º) Cierro el círculo diciendo que este personaje solidario se siente víctima del amigo que tuvo una desgracia.

El solidario siente que el amigo es el responsable del sufrimiento que padece, entonces reacciona defensivamente contra su atacante (el amigo), señalando que «si le fue mal, algo habrá hecho».

En suma: Tememos objetivamente a los delincuentes y tememos subjetivamente a la reacción que tendrán nuestros amables solidarios cuando se sientan atacados por nuestra desventura y agreguen su agresividad (en defensa suya) al infortunio que padecimos.

(1) «Obama y yo somos diferentes»; Tú y yo: ¡un solo corazón!; «Átame el zapato, ma».

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16 comentarios:

Evaristo dijo...

Ninguno de los juicios que pone como ejemplo son de personas solidarias, por el contrario, se trata de sujetos que prestan más atención a la parte de culpa que pudo haber tenido la víctima -para desentenderse del problema- que a la actitud que puedan tomar para dar una mano.

Adriana dijo...

Las personas adultas son las que te dicen: ese es tu problema.
Eso es un acto de amor.

Segismundo dijo...

Para confundir la desventura propia con la ajena, más que solidario se necesita estar bastante loco.

Dr. Cabrera dijo...

Una cosa es identificarse con el otro y otra es confundirse con el otro perdiendo la identidad propia.
Si no existiese la posibilidad de identificarse con el otro, no existiría la empatía y ustedes los psicólogos no podrían trabajar, ni hablar de la transferencia y la contratransferencia; no le parece?

el oriental dijo...

Me acuerdo que en tiempos de dictadura, la gente más ignorante y los de derecha, decían acerca de los desaparecidos y los torturados: algo habrán hecho.

Eliana dijo...

Realmente la globalización produce fenómenos bastante confusos.

Inocencio dijo...

A mí me robaron la billetera cuando le estaba poniendo el candado a la reja.

Evangelina dijo...

La diferencia que tengo con los demás es que Dios me ha iluminado.

Marcello Soprano dijo...

Acá entre nosotros, si un amigo es atacado, nos unimos para enfrentar al enemigo, que desde ese momento pasó a ser el enemigo de todos.

el falsificador dijo...

Al amigo no se lo entrega.

Marisa dijo...

Usted qué está haciendo Licenciado? Está aportando un punto de vista distinto o está argumentando a favor de su ideología?

Ismael dijo...

La solidaridad se aprende a veces del ejemplo de nuestros mayores, pero es más firme cuando nace del sufrimiento propio.

Sarita dijo...

La solidaridad es un sentimiento insoportable para quien no está dispuesto a dar y tiene cola de paja.

Eduardo dijo...

Se puede argumentar cualquier disparate sin salirse de las leyes de la lógica. La verdad no está en los silogismos; va prendida al sentimiento mucho más que a la razón. No somos tan poco instintivos, como ud cree.

Joe Black dijo...

Las primeras etapas de la existencia se parecen tanto a las últimas!

Silvina dijo...

No es fácil criticar a las personas solidarias porque nos hacen bien.