jueves, 15 de abril de 2010

Dejad que los perversos vengan a mí

¿Qué estoy haciendo?

Se lo diré para que lo entendamos usted y yo: Procuro describir qué hacemos y por qué lo hacemos, no para denunciarlo, no para criticarlo, sino para seguir haciéndolo concientemente.

En casi todos mis artículos sale a luz algún tema humano observado con criterio psicoanalítico (preferentemente lacaniano).

Si a un lector le interesa el tema y lo lee, activará en su cerebro neuronas, hormonas y moléculas, y se producirán cambios en su anatomía y funcionamiento.

Cuando un texto es útil para la vida del lector, seguramente notará que siente interés y si no es útil, simplemente lo notará aburrido y dejará de leerlo en los primeros párrafos.

Según esta visión de lo que es leer, escuchar, pensar, soñar (dormido), experimentar, sólo nos influirán los estímulos que favorezcan nuestra particular forma de responder al instinto de conservación, esto es, si beneficia nuestra salud, bienestar, supervivencia y reproducción.

Según esta visión, todo lo que no nos sirva para cumplir esos objetivos vitales, contará con nuestro rechazo, desatención, olvido, aburrimiento.

Por ejemplo, puedo decirle que la mentira siempre es un fenómeno resultante de una estructura perversa.

Quienes conservan parte de la perversión que es propia de la niñez, no aceptan (están inhibidos, así viven mejor, necesitan negar) los imposibles.

El gran eslogan «querer es poder», es el grito de gloria de los perversos.

Quizá usted no pueda creer que todas esas maravillosas personas empeñosas, obstinadas, capaces de grandes logros, sean así porque son perversas.

Pues sí, son perversos, porque la particularidad de este estilo psíquico es poseer una organización metal (neuronas, hormonas y moléculas) que no admite la frustración, ni carecer de control (sobre la vida propia y ajena).

Necesitan creer en el libre albedrío para imaginar que hacen lo que quieren.


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11 comentarios:

Tiago dijo...

Lindo el culo de puño!

Verónica dijo...

Acabo de descubrir que mi padre es perverso.

Evaristo dijo...

Hay que conservar vivo al niño interior para llegar a la presidencia.

Renata dijo...

Me gustan las utopías de los perversos.

Clarisa dijo...

Leemos cuando el texto llega en el momento justo. Hay días que no estamos para leer nada y nos perdemos cosas que podrían sernos muy útiles.

Marcia dijo...

Entonces quienes conservan grandes porciones de la perversión infantil, no leen sus blogs.

Martina dijo...

A mí leerlo que activa las neuronas y junto con eso las ganas de ponerme en actividad.
Gracias doc!

Luciano dijo...

Usted saca a luz cosas que yo preferiría mantener en la penumbra.

Tiago dijo...

Los sex-shoop deben cometer algún tipo de error. También puede ser que nosotros conservemos zonas victorianas. No sé. Lo cierto es que estos comercios tendrían que tener muchas más ventas.

Ingrid dijo...

La salud, bienestar y superviviencia, son justamente las condiciones previas para lograr la reproducción y el mantenimiento con vida de la cría de una manera exitosa.

Nicolás dijo...

Qué paradoja; quienes carecen de control creen en el libre albedrío.