miércoles, 21 de octubre de 2009

Te quiero (si eres) igual que yo

Hace unos meses publiqué un artículo titulado El canto de las sirenas comentándoles que nuestro sentido del oído es el que menos podemos controlar cuando nos expone a recibir mensajes de quienes desearían controlar nuestras vidas (seguramente en su beneficio).

El famoso canto de sirenas que provocaba la perdición de los marinos no fue el único caso de seducción maligna en la mitología griega.

Procusto era un cruel personaje que seducía a los caminantes para que pasaran la noche en su casa.

Tenía una cama de extensión regulable porque su locura consistía en acortarla para los visitantes altos y estirarla para los visitantes bajos.

Cuando el incauto huésped cedía a la tentación de acostarse, Procusto cortaba el cuerpo a los altos y estiraba a martillazos el de los pequeños.

Lo interesante de este drama es que el personaje continúa reencarnándose en todas aquellas personas que pretenden modificarnos, sin reparar en los procedimientos ni en las consecuencias.

Esta es una característica contra la que luchan algunos médicos cuando notan que muchos de sus colegas se ensañan con los pacientes que no responden a cierto modelo ideal (peso, colesterol, hábitos).

El régimen soviético impuso una política en URSS (comunismo) que rigió desde 1917 a 1991.

La bandera utilizada incluía una oz y un martillo (imagen) que bien podrían ser los instrumentos de corte y de percusión utilizados por Procusto para que las personas fueran todas según su antojo.

Quizá los humanos estemos abandonando el despotismo médico y político (sin descartar el religioso) que pretenden remplazar la singularidad (diversidad) por la igualación a un modelo imaginario, teórico, endiosado.

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14 comentarios:

Francisco Meléndez dijo...

Pero señor, la oz y el martillo son símbolos de la clase proletaria (agricultura e industria).

Lo que usted interpreta aquí es un desatino propio de quien no se ha informado suficientemente.

Guyunusa dijo...

Una cosa es el régimen marxista aplicado en la URSS y otra el comunismo. Hay que diferenciar la doctrina de su aplicación concreta e histórica.

Catalina dijo...

El primer lecho de Procusto por el que todos pasamos es la educación formal, aunque eso no quita que sea necesaria.

Sandra39 dijo...

El capitalismo necesita que todos los ciudadanos seamos iguales. Necesita que seamos grandes consumidores, que dediquemos la mayor parte de nuestra vida a trabajar, que compitamos y nuestras alianzas sean estratégicas.

Eusebio dijo...

Los médicos suponen que todos elegimos como ideal de nuestras vidas, vivir 100 años.

Irene dijo...

En mi país (Uruguay) estamos en plena campaña electoral. El canto de las sirenas políticas se ha convertido en un coro hueco insoportable. Menos mal que en unas horas empieza la veda.

Orosmán dijo...

Comprendo a Irene, pero no deberíamos quejarnos de los efectos de la democracia.

Hernán dijo...

Yo nunca me quedo a dormir en cama ajena. Está lleno de Procustos y Procustas por todos lados.

Paty dijo...

Procusto eliminaba los defectos con saña, era peor que un antibiótico.

Salomé dijo...

No creo en la reencarnación, pero que "Procustos" hay, no cabe duda.

la gordis dijo...

La seducción peor de maligna que existe es la del chocolate!

Osvaldo dijo...

No creo que el fin justifique los medios, aunque habría que analizar cada situación concreta.

Sarita dijo...

Puedo querer a un diferente. Todo depende en qué sea diferente.

Anónimo dijo...

Amo a los diferentes, siempre y cuando sean buenos artistas.