lunes, 12 de octubre de 2009

Los espejos reflejan pero no sienten

Nuestro funcionamiento mental está determinado por la conformación orgánica que traemos al nacer y la influencia de las experiencias de vida.

Desde mi punto de vista, el factor suerte es el preponderante. Nadie determina la composición genética y las experiencias de vida son bastante casuales aunque seguramente algo se puede hacer para evitar errores graves.

Nuestros cuidadores (generalmente la mamá) son los personajes más importantes en esas experiencias de vida.

Una escena muy frecuente es la de un niño que llora porque está angustiado.

Los cuidadores pueden reaccionar de por lo menos tres formas diferentes:

1) Angustiarse junto con él;

2) Tratar de distraerlo haciéndole bromas, cosquillas o generando un clima alegre.

3) Acompañarlo en su malestar, comprendiendo lo que le pasa.

Las consecuencias esperadas podrían ser las siguientes:

1) El niño puede interpretar que su angustia en realidad es de todos, no es sólo suya. Se siente mal porque la humanidad se siente mal. No se siente un individuo.

2) El niño siente que la realidad es discordante, ilógica, imposible de entender. Cuando él llora los demás se rién, se divierten. Este mundo y él no pueden encontrarse, convivir.

3) El niño siente que sus problemas son suyos y que puede contar con la comprensión y la ayuda para resolverlo. Se siente un individuo acompañado por gente que lo comprende.

Cada una de estas actitudes seguramente es la elegida por considerarla la más adecuada para la ocasión.

Este artículo es útil para evaluar si las consecuencias posibles son mejorables.

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11 comentarios:

Yanira dijo...

Me haces acordar al dicho mal de muchos consuelo de tontos y cuando estoy triste me siento tonta.

Lic. Pereda dijo...

En caso de que la madre se angustie junto con el niño, puede estar contribuyendo a que al pequeño le cuete discriminarse como un individuo distinto de la mamá.

Graciana dijo...

Es frecuente que las madres reaccionen con enojo al llanto de sus hijos.

Delia dijo...

Muy bueno el artículo. Explica con claridad las actitudes que tenemos todas las madres y sus posibles consecuencias.

Anónimo dijo...

A mí me criaron un montón de niñeras distintas. A la mayoría de ellas ni siquiera las recuerdo. Sin embargo tuve la suerte de tener un buen padre, que siempre se hacía un espacio para estar conmigo.

Marcela dijo...

Ahora que ud lo dice me hizo notar que en general a mi nena la pone de rabieta si intento distraerla cuando llora. Cambiaré de actitud. Gracias doc.

Orosmán dijo...

Los católicos no deberían ponerle trabas al desarrollo de la genética.

Daniel_RC. dijo...

Es curioso, a veces los pibes se dan terrible golpe y ahí están las madres diciéndoles "no pasó nada"

Lautaro dijo...

Cumplir el rol de madre o padre en cierto modo es un trabajo. Para cualquier trabajo es necesario estar descansado para rendir bien. A veces los padres no tienen en cuenta eso.

Eusebio dijo...

Si el niño siente que cuando se angustia, todos se angustian junto con él, no tiene forma de escapar de ese estado, la angustia lo invade todo.

Serrana dijo...

Otra equivocación que cometemos las madres es calmar la angustia con el biberón o poniéndole miel al chupete.