jueves, 8 de octubre de 2009

Polígamo, monógamo o gay

En el artículo titulado ¿Cuánto me cobras? comento sobre la diferencia que hay entre ser querido por lo que soy y ser querido por lo que tengo.

Me contaban hace poco el caso de una lesbiana que deseó ser hombre a partir del momento en que vio a un varón orinando de pie.

Según su analista, ella consideró que tener pene era lo único que necesitaba para sentirse como existente, como alguien que está vivo.

A partir de este sentimiento tan fuerte, definitivo y trascendente, ella comenzó a organizar su existencia bajo la premisa de que sólo teniendo pene podría tener conciencia de sí.

Su salud mental pasó a depender de este objetivo y de la estrategia para alcanzarlo.

Para la teoría de Lacan, ese niño orinando se convirtió en el significante número uno de esta mujer.

Para quienes el vínculo con el género opuesto es tan importante como para esta paciente, les comento las soluciones posibles.

Como yo soy varón, para tener conciencia de mí (saberme existente) necesito una de estas tres opciones:

1) Como en el caso de la paciente, ser yo mismo una mujer (transexual, travesti, gay), o

2) Sentir que una mujer es mía (esposa, compañera monógama y fiel), o

3) Sentir que una o varias mujeres aceptan y disfrutan de mi compañía.

Aunque se puede deducir fácilmente, redacto las opciones que tenía la paciente (o cualquier mujer cuya sensación de existencia dependa del vínculo con alguien del género opuesto):

1) La que eligió, es decir, ser transexual (ser ella misma lo que le aporta la sensación de existencia, o sea, ser como ese varón que se convirtió en significante de estar viva);

2) Tener un compañero del que se sienta propietaria porque es una relación monógama y fiel;

3) Vincularse con varones que ocasionalmente disfruten y la hagan disfrutar de estar juntos.

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12 comentarios:

Macarena Vitale dijo...

Es todo un tema (fascinante por cierto) esta búsqueda de "constancias de existencia" que hacemos los seres vivos.

Guyunusa dijo...

Y Descartes se conformaba con pensar para existir...!

Orosmán dijo...

Ser transexual parece aportar mucha autonomía.

Canducha dijo...

Quizás pueda suceder que la sensación de existencia la aporte el vínculo intenso que la persona establece con su vocación, su profesión o su trabajo.

Luján dijo...

¡Cuando me case quiero una torta así, con muchos muñecos!

Margarita dijo...

En la 3er opción (sentir que una o varias mujeres disfrutan de mi compañía) se elimina el sentido de pertenencia, no entiendo cómo eso puede compatibilizarse con la conciencia de sí.

Anónimo dijo...

Me siento tan desprovisto que necesité tomar las 3 opciones al mismo tiempo.

Michell dijo...

O sea que uno puede vincularse con una persona del mismo género y representar uno mismo al género opuesto.

Eriberto dijo...

Por ahora la monogamia parece ser la opción más funcional a nuestra cultura.

Anónimo dijo...

Se me ocurre la hipótesis de que en la anorexia nerviosa el cuerpo todo sea el que ocupa el lugar de ese pene que algunas mujeres necesitan para sentirse existentes.

Ruperto dijo...

Según sus argumentos parece que cualquier monedita sirve para existir. Francamente no sé nada de inconsciente, y menos de Lacán, pero no estoy de acuerdo.

marta muhlrad dijo...

en tu presentacion decis q queres poder explicar a lacan como oàra q un chico de 9 años lo entienda y no se aburra.

te digo: hay cosas mas utiles en que emplear el tiempo. tu objetivo es imposible.
pero seguramente podras hacer muchas otras cosas interesantes.

a ningun lacaniano le interesa q otros entiendan a lacan. se setirian despojados de su mas caro tesoro: ese misterio q los envuelve y los protege.

lacan es mas bien poesia, juegos de palabras, algunos dicen q transmitia de inconsciente a inconsciente.y si pierde eso, se pierde la esencia.

es mejor explicar a freud a nivel a ccesible, por lo menos es algo posible, y nada aburrido.