lunes, 19 de octubre de 2009

Hay caridades que matan

El 10 de setiembre de este año publiqué un artículo titulado El sentimiento que falta, donde comentaba que la «envidia» no tiene la palabra opuesta (antónimo) como sí la tienen amor (odio), tristeza (alegría) o furia (serenidad).

Un amable lector me señaló ayer que el Diccionario de la Real Academia Española dice —en la definición del vocablo «caridad»—: 2. Virtud cristiana opuesta a la envidia y a la animadversión.

A veces parece un poco exagerada la pretensión que tenemos algunos por encontrar el significado más sentido (emocional, inconsciente, etimológico) de las palabras que usamos cotidianamente.

Una posible justificación de este interés proviene de que el lenguaje (y por lo tanto el diccionario) es el código jerárquicamente más importante entre los humanos.

Las leyes del idioma son cumplidas hasta por los más rebeldes transgresores.

Pero retomando el tema original, la palabra «caridad» deriva del latín caritas que significa amor, cariño. En su origen, esta palabra quedó asociada a la idea «amor al prójimo como virtud cristiana».

Si bien es innegable que nuestro código más importante (el diccionario) dice expresamente que la caridad es el sentimiento opuesto a la envidia, sigo sin poder convencerme.

Al deseo de comernos al personaje admirado (envidiado) para in-corporar (meter dentro de nuestro cuerpo) las cualidades que desearíamos poseer, no lo encuentro en las antípodas del «amor al prójimo» que significa «caridad».

Por el contrario, la envida y el deseo de comernos al personaje envidiado son sentimientos amorosos, que fundamentan —eso sí— aquel refrán que dice «hay amores que matan».

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15 comentarios:

Carla D. dijo...

No conozco a nadie que argumente en contra del amor. Usted es el único.

Qué tipo raro debe ser!!!

Florencia dijo...

A mí tampoco me parece que la caridad sea lo opuesto a la envidia, por más que lo diga el diccionario de la Real Academia.

Magela dijo...

Hay madres que siempre se están adelantando a las necesidades de sus hijos. Les doy un ejemplo, hoy estaba en la plaza y vi a un niño que se dirigía hacia el bebedero. Antes de que llegara a tomar agua su madre lo llamó y le dijo: "¿querido no querés tomar agua? andá a tomar agua". Entonces el chico volvió al bebedero pero tuvo que esperar porque habían otros dos niños haciendo turno antes que él.

Mariana dijo...

Para mí lo opuesto a la envidia es la vergüenza ajena. Cuando ves a alguien y te avergüenza cuando te ponés en lugar de él, es el sentimiento opuesto al de envidiar algo del otro.

Fabio dijo...

La verdad que el amor y la admiración son primos hermanos.

Sandra39 dijo...

Si al envidiar uno desea incorporar al otro o a lo que amamos del otro, en el sentimiento opuesto lo que deseamos hacer es expulsar al otro de nuestra vida. Lo contrario a envidiar debe ser lo que sentís por un ex que te arruinó la existencia.

Rolando Rojas dijo...

Estoy de acuerdo con usted en que la envidia es un sentimiento derivado del amor. Al envidiar a alguien estamos amando algo de lo que posee: su salud, su posición económica, su inteligencia, su belleza, su poder, etc, etc. Pero no amamos a la persona en su totalidad, porque posee justo eso que nos falta.

Lao Tsé dijo...

En la envidia hay algo de reproche hacia la desigualdad inevitable en el reparto de los bienes y los dones.

Casilda dijo...

Cada cual tiene su propio diccionario, eso me lo enseñó un amigo. Así que la Real Academia debería abandonar sus afanes absolutistas.

Santiago Sufrido dijo...

El diezmo no mata, pero ahorca!

López dijo...

Cuando a mi mujer le digo "si querida" es porque ya me tiene podrido. Sirve porque ella lo entiende pero a los demás les pasa desapercibido.

Anónimo dijo...

Envidia es amar lo que el otro tiene. Envidia es el dolor de no poseer lo que el otro posee.

Rulo dijo...

Cuando me pongo rebelde hablo en jeringoso.

Guzmán dijo...

Hay amores que matan... pero endemientras te entretienen.

Ulises dijo...

del latín rostro, significa desparpajo