Puesto que nuestra única misión es conservar la vida propia y la de la especie y dado que la naturaleza es la Ley Superior que nos gobierna a todos, es probable que muchas veces no podamos controlar nuestro deseo sexual.
Los seres humanos —a diferencia de las demás especies—, creamos nuestras propias normas, muchas de las cuales contravienen esa Ley Superior de la naturaleza (la gran Constitución).
Cuando una mujer queda embarazada sin desearlo es porque la naturaleza hizo su trabajo y ella no pudo evitarlo.
La legalización del aborto es una mala solución para una peor transgresión porque cuando las normas de convivencia humanas contravienen las leyes naturales, están viciadas de nulidad.
Entonces, la prohibición del aborto intenta defender la Ley Superior pero sin enmendar la inconstitucionalidad de las normas que perjudicarán a esa mujer.
Quienes defienden la prohibición del aborto prefieren desconocer que están sometidos a sus instintos como cualquier otro animal.
La actitud condenatoria hacia la mujer que necesita interrumpir su embarzo es despiadada: «Lo hubiera pensado antes» dicen estos seres humanos que (según imaginan) todo lo pueden.
Este sentirse superior a las demás especies es una actitud arrogante, pero sentirse superior a los propios semejantes es patológico.
No es extraño que estos defensores de la naturaleza dependan del amor de una mascota a la cual privan de su libertad. O —peor aún— también la castran para que no moleste con su vergonzosa obediencia a las leyes naturales.
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13 comentarios:
Castré a mi perra y ahora estoy arrepentida.
"Las mascotas tienen el amo que se merecen"
No lo puedo todo, y tampoco puedo matar.
Nada hay más sagrado que la vida y no nos corresponde interrumpirla.
En realidad no veo cuál es la diferencia entre realizar un aborto a tiempo y usar métodos anticonceptivos. Lo que estamos haciendo es limitar nuestra capacidad reproductiva.
No queda para nada claro cuál es su postura.
Cuando no queda otra solución que interrumpir un embarazo, debe hacerse con las mayores garantías sanitarias para la mujer.
El aborto clandestino hace que todos sea más traumático todavía.
La conservación de la especie no corre riesgos porque las mujeres decidan si quieren o no procrear.
Es muy duro cuando la pareja no se pone de acuerdo. Por decisión de mi mujer perdí un hijo que deseaba tener.
Los perros que están bien atendidos, crean un vínculo de tanto apego con su amo que es de dudar si realmente se los está privando de libertad.
Castré a mi perra porque no procrea cachorros vendibles (es marca perro). No se trata de ningún tipo de vergüenza; lo vergonzoso sería abandonar y dejar morir a los cachorros.
La actitud condanatoria hacia otro semejante es siempre equivocada.
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