jueves, 1 de mayo de 2008

Busco raptor con buenas intenciones

Cuando les digo que el “sentido común” no existe, por algo se los digo.

Releyendo archivos me encontré nuevamente con unas pocas líneas referidos al «efecto Estocolmo».

Esta denominación surgió cuando en una toma de rehenes que duró 5 días, uno de los asaltantes al banco de Estocolmo donde sucedió el hecho, terminó casándose con una de las víctimas.

Es bastante conocida la sentencia popular que dice: «cuando no puedas vencer a tu enemigo, únetele».

En las fantasías de muchas mujeres está el rapto. Quizá Olivia, si no fuera por los esfuerzos que hace Popeye con su ingesta de espinacas, ya se habría ido con Brutus.

En las fantasías de los hombres también está el rapto cuando ve que las técnicas de seducción no dan el resultado esperado. Pero la legislación es un freezer que congela cualquier intento romántico y verdaderamente varonil. La cultura termina disolviendo las diferencias entre los géneros y quitándole pasión a lo único que probablemente valga la pena de ser vivido: La conservación de la especie por los métodos tradicionales.

Nota: El artículo que reencontré aún está en la web en http://www.clarin.com/diario/2002/11/02/s-02904.htm .

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9 comentarios:

Anónimo dijo...

Si será poco probable que alguien tenga un acierto en marketing que la historieta de Popeye es la única que sobrevivió varias décadas. Además, quienes proponen una idea jamás saben si es buena o es mala hasta que se prueba en la realidad.

El marketing es una ciencia 100% inexacta.

Anónimo dijo...

Conozco una mujer idéntica a Olivia y casualmente despierta en los hombres la misma seducción del personaje. Objetivamente no exhibe valores estéticos relevantes pero "tiene algo" que nos encanta y que nos induzca a tener fantasías con ella.

Conozco alguien que me juró haber tenido sexo con ella, pero lamentablemente no le creo.

Anónimo dijo...

Existe un western cuya trama consiste en las luchas a muerte que tienen dos numerosas familias con sus respectivos matones de gran puntería, puñetazos demoledores, aspecto escalofriante y adornados por pequeños secuaces, que tenían luchas tremendas porque en la zona desértica en la cual vivían había una solo gato que se lo disputaban.

Digo esto porque, que yo recuerde, Olivia no tenía competencia.

Anónimo dijo...

Yo también soy un admirador de la fuerza vendedora que tuvo este comic. Fui alcanzado por ella y cuando era chico quería comer ese vegetal asqueroso para igualar las proezas del ídolo.

Claro que lookeado con pipa hoy que estamos en plena debacle de la industria del tabaco sería un fracaso.

Si alguien se cree tener control sobre sus ideas, está perdido en la confusión.

Anónimo dijo...

Lo bueno es raro y súper escaso. El artículo me hizo pensar en Gengis Kan, el príncipe mongol que arrasó Asia, hizo todo tipo de destrozos y conquistas, asoló ese continente y tuvo hijos por doquier.

Seguramente fue un anormal que nació en el momento, en el lugar y en la coyutura adecuada porque de no haber sido así tendrían que haberlo matado por asesino serial, sin embargo triunfó.

Hoy se hacen estudios genéticos para ver quienes de los actuales mongoles tienen o no algún gen de aquel bestia. Es el héroe nacional y en cualquier momento pasan a la categoría de primer mundistas como los chinos.

Anónimo dijo...

Gengis Kan murió a los 65 años y su cadáver tampoco se encontró, como el de Cristo.

Se ve que los humanos tenemos alguna idea sobre los restos inertes de personas muy significativas, que si quedan a la vista, se degrada el recuerdo de su personalidad fascinante.

Anónimo dijo...

El "efecto Estocolmo" es probablemente el que acontece en Cuba donde Fidel ha prohibido irse de la isla, pero la (la mayoría de la)gente lo ama

Anda un chiste (propio de Miami) que dice que Fidel vio una cola muy larga de gente y al preguntarle al último, éste bajo la mirada y no le respondió. Así siguió preguntándole a cada uno y todos reaccionaban igual. Al final terminó llegando a la mesita donde había una chica con cuaderno y lápiz. Ésta no tuvo más remedio que responderle que la gente se estaba anotando para irse de Cuba. En eso Fidel vio que la gente de la cola se dispersaba alegremente. "¿Y ahora que está pasando, chica?" le preguntó a la jovencita y ésta roja de vergüenza le dijo: -Creyeron que ud está anotándose para irse de Cuba y decidieron quedarse.

Anónimo dijo...

Uno de los cambios que más extraño en mi vida migrante de varias reencarnaciones es que antes las mujeres eran elegidas por los hombres y el que tenía más fuerza, audacia y habilidad, se la llevaba para la casa y ponía a cuatro o cinco esclavas para que la cuidaran (para que no se escapara, en primer lugar y para que no le faltara nada, en segundo lugar).

En esta reencarnación extraño mucho porque son ellas las que nos eligen a los hombres y uno pasó de ser un orangután a un pavo real. La fuerza, la valentía, la habilidad fueron sustituidas por la seducción con poesías, buena vestimenta, ostentación (de los valores que ellas más valoren).

¡Un desastre! Extraño y quiero volver al 1800 que era cuando yo pasaba bien. Ahora soy quedo como un desubicado, un grosero, un mal educado, un machista. ¡Qué atraso!

Anónimo dijo...

¿Alguien no me podría raptar por un rapto? ja-ja-ja