«Soy un travesti felizmente casada con un morocho precioso, que lamentablemente es estéril así que no podremos tener hijos. ¡No hay felicidad completa!»
Esta frase disparatada lo es para ser breve y conciso. En la realidad es difícil que ocurra algo así, pero sin embargo ocurren otras cosas casi tan disparatadas.
Echarle la culpa a los demás sobre nuestros errores o deficiencias es lo primero que se nos ocurre cuando nos sorprenden en falta. En los accidentes de tránsito es donde se percibe con mayor nitidez.
Esta particularidad humana (la de no poder hacerse cargo de la propia responsabilidad) le da trabajo a una legión de abogados, escribanos, contadores, jueces, fiscales, y un largo etcétera.
¿Para qué sirvió que usted haya leído hasta acá? Para que su pensamiento abstracto se haya puesto en palabras, que si bien no son exactamente las suyas, pero sí son compartibles y para usted el concepto conocido ahora tiene forma de algo y podrá manejarlo mejor que antes.
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6 comentarios:
Confieso que me cae un poquito petulante el sr mieres con eso de que él pone en palabras mi pensamiento para que yo lo pueda manejar mejor, pero teniendo en cuenta que hay otros más petulantes que él, acepto bajo protesta que puede servirme que alguien se tome el trabajo de describir con cierta precisión cosas que pasan por la cabeza de uno y siguen vuelo sin poder hacer nada con ellas.
O sea: Gracias pero no se ufane.
¡Qué suerte que tiene ese travesti de haberse conseguido un morocho precioso! Yo hace tiempo que ando con un rubio que tiene un mal olor que no hay perfume que se lo tape.
¡hay sí felicidad completa en contados momentos!
Algo que nunca me explicaron es por qué cuando las cosas están lejos parecen más chicas que cuando están cerca. Parece muy natural, pero ¿por qué sucede así?
Digo esto porque a mi también me cuesta muchísimo darme cuenta de la parte de responsabilidad que me corresponde cuando algo me sale mal.
Quizá tengamos un problema ocular y no nos damos cuenta.
Por algo dicen que el amor es ciego. Al principio yo pensé que se lamentaban de no poder ser padres porque quien aparentemente cumple el rol masculino, no podía recurrir a un vientre de alquiler entre sus amistades. Pero más allá de esto que no hace al meollo del asunto, pienso que a veces hacemos disparates porque no usamos la cabeza, o dejamos que otros la usen indebidamente. Pero son formas humanas de funcionar; por algo será.
Si le da trabajo a tanta gente, debe ser algo bueno.
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