miércoles, 23 de octubre de 2013

Deseos y frustraciones


Necesitamos tener deseos e intentar satisfacerlos, pero no del todo. Necesitamos tener frustraciones para que los deseos nunca desaparezcan.

¡Cuidado, no sea cosa que algún día de estos nos quedemos sin alguna frustración!!

Lo repito en otras palabras porque esta idea va a contrapelo del sentido común: ¡Combatamos enérgicamente la cancelación total de nuestros deseos!, ¡no permitamos que alguien se quede sin deseos insatisfechos!, ¡tratemos, con moderada cortesía, a quienes, día a día, se empeñan en frustrarnos!

Si usted cree haber entendido la proclama anterior continúe leyendo pues voy a fundamentar por qué no debemos renunciar a las frustraciones propias y ajenas.

Existe una técnica pictórica que consiste en la generación de imágenes que, a primera vista, parecen una cosa, pero que si las observamos detenidamente constatamos que se tratan de otra. Wikipedia lo explica bien (1).

En el caso de defender la insatisfacción total del deseo ocurre algo similar a la mencionada técnica pictórica: por un lado estamos defendiendo la frustración pero simultáneamente tenemos que combatirla, pero sin hacerla desaparecer del todo.

Lo digo de otro modo: necesitamos tener deseos para que nuestro cuerpo esté provisto de la energía vital que necesitamos para estar vivos, enérgicos, entusiastas, pero logramos estos beneficios (el entusiasmo, por ejemplo), cuando tratamos de satisfacer dicho deseo, pero claro, si intentamos cancelarlo del todo sepamos que la cancelación total de dicho deseo nos acarreará la apatía, el desgano, una sentimiento depresivo, triste, sin entusiasmo.

La situación es ambivalente y podremos comprenderla si, y solo si, toleramos convivir con la ambivalencia, con la contradicción.

La figura de la imagen representa a una construcción de madera que, si la observamos detenidamente podremos darnos cuenta que su existencia real es imposible. Algo similar ocurre con esta administración del deseo: debemos intentar cancelarlo, pero eso sí: nunca totalmente.


(Este es el Artículo Nº 2.058)


No hay comentarios.: