martes, 25 de septiembre de 2012

Llevarnos bien no es obligatorio





La buena convivencia entre familiares parece obligatoria pero no lo es. El amor es una pretensión cultural que no siempre se satisface.

La misma situación en culturas diferentes, puede ser interpretada de modo muy distinto. Lo que en una es algo digno de festejar en otra puede provocar un duelo tristísimo.

Gran parte de nuestros problemas son provistos por las dificultades en los vínculos, tanto sea con nuestros seres más cercanos (padres, hermanos, amigos), como con otros integrantes de la sociedad (proveedores, funcionarios, profesionales).

Algunas dificultades son percibidas como negativas en cualquier cultura y otras pueden ser toleradas o repudiadas según quién las interprete.

¿Es bueno o malo que los hijos se lleven bien con los padres? En la cultura occidental predomina la preferencia por la buena convivencia, por el amor, la tolerancia, la colaboración, la hospitalidad, la solidaridad entre los integrantes de una familia.

Con tan solo 20 dedos por persona no nos alcanza para enumerar la cantidad de veces que esto no ocurre.

En general, cada vez que un hijo se lleva mal con los padres o los hermanos, surge un fuerte malestar.

Más allá de cómo la cultura judeo-cristiana (predominante en occidente) «dice» qué sentimientos debemos tener hacia nuestros familiares, lo cierto es que la buena convivencia no depende de la consanguinidad sino de otros factores, de los que aún se sabe muy poco.

Esta falta de explicación de por qué tenemos vínculos gratificantes con algunas personas y con otras no, nos concede la libertad de suponer que no es obligatorio que debamos llevarnos bien con los familiares, o, dicho de otro modo, es cuestión de suerte que los hijos sientan amor por los padres, hermanos, tíos, abuelos.

Según sea la filosofía de cada familia, algunos podrán amargarse la vida por las discrepancias y otros no.

(Este es el Artículo No. 1698)

9 comentarios:

Hugo dijo...

Creo que tiene razón. Conozco algunos casos de padres que se han separado de sus hijos y más aún al revés, hijos que se han separado de sus padres. Este desencuentro es bastante difícil de sobrellevar, porque una madre, un padre, no es lo mismo que un amigo o algún compañero de trabajo.

Morgana dijo...

Si bien es difícil, como dice Hugo, pienso que en algunos casos puede ser lo más saludable.

Margarita dijo...

Yo he tratado de buscarle la vuelta para no alejarme de mi familia. Por momentos me he desaparecido, pero siempre he intentado volver y recomponer las cosas. En mi caso pudo ser así, quizás en otros no.

Enrique dijo...

Es cuestión de suerte que uno se lleve bien con padres, hermanos, abuelos, pero si hay ganas de llevarse bien (lo cual también es una cuestión de suerte porque uno no elige tener o no tener ganas), se puede intentar y lograr.

Marcos dijo...

Algunos dicen que la verdadera familia son los amigos porque son aquellos a quienes uno elige. Más que elegir, en realidad son aquellos a los que nos acercamos naturalmente, por multiplicidad de factores, muchos de los cuales desconocemos.

Esteban dijo...

De pronto no nos tendríamos que tomar tan a lo trágico el hecho de llevarnos mal con nuestros hijos. Pero no es lo mismo llevarse mal que no quererse. Sentir que un hijo no te quiere cuando vos lo querés duele muchísimo. Y naturalmente uno busca sacarse ese dolor intentando acercarse a ese hijo.

Irene dijo...

Conozco una madre con graves trastornos mentales que sufre mucho porque su hija adolescente la rechaza, no quiere verla. Es fácil entender a la hija y por supuesto es fácil entender a la madre. Llega un punto, después de que se ha intentado todo y no se ha logrado nada, que es necesario respetar la decisión del hijo. Esa es una muestra de amor.

Alicia dijo...

A veces los padres se desentienden de sus hijos porque no pueden ni con su vida. Es una realidad. Al hijo lo que más le conviene es procesarla. Al padre o madre, habría que desearle la mejor de las suertes, para que pueda sentirse mejor. Y luego el futuro dirá.

Ingrid dijo...

En algunas culturas los hijos son considerados hijos de la comunidad. Lo importante es la cohesión comunitaria. Los padres son unos integrantes más del grupo.