martes, 11 de septiembre de 2012

La reproducción militante




 
Si algunos consideran que la homosexualidad es una enfermedad es porque la humanidad necesitó estimular la reproducción.

La humanidad parece un cuerpo que tiene individuos en vez de células.

A veces la humanidad está enferma y necesita algunas particularidades de sus «células», pero cuando se restablece de esa enfermedad, las «células» que tuvieron que reciclarse para superar la crisis, no vuelven tan rápidamente a su estado anterior.

Con un ejemplo podré ser más claro.

Cuando hubo guerras mundiales, los países intervinientes perdían muchos ciudadanos matados por el fuego de los enemigos.

Murieron franceses, italianos, ingleses, alemanes, rusos, norteamericanos.

En circunstancias tan apremiantes, esos pueblos necesitaban más y más ciudadanos dispuestos a entregar su esfuerzo y sus vidas para defenderse o atacar.

Estos civiles devenidos soldados no querían luchar pero la obligación impuesta por los gobiernos y la propaganda, terminaba enviando al frente a hombres que no querían ese tipo de vida.

La propaganda era utilizada para generar en una mayoría la sensación de deber patriótico, de tal forma que hasta los propios seres queridos de los renuentes a participar, los alentaban, presionaban y hasta hostigaban para que cumplieran con el deber de luchar.

Bajo estas circunstancias extremas, en las que pueblos enteros necesitaban algo especial de los ciudadanos, la escala de valores cambiaba. Todo aquel que por alguna causa no pudiera pelear ingresaba rápidamente en la categoría de «enfermo», «minusválido», «discapacitado»... para defender a la patria.

Si a las muertes por razones bélicas se le agregaban las muertes por epidemias, podemos entender por qué la no reproducción por homosexualidad era considerada patológica, quizá tan contraria a los intereses coyunturales de cada pueblo como la miopía, la sordera o el pie plano.

Si todavía algunos consideran que la homosexualidad es una enfermedad es porque la humanidad necesitó estimular la reproducción.

(Este es el Artículo Nº 1.685)

10 comentarios:

Lola dijo...

Clarísimo. Somos 7.000 millones.

Yoel dijo...

Como dice en el video Mieres: primero fueron los animales salvajes, luego virus y bacterias, hambrunas... Los seres humanos seguimos muriendo como moscas en muchas partes del planteta, pero la especie ya no está en peligro de extinción. Por supuesto que debemos evitar el dolor, las muertes. El asunto no va por ahí, eso lo doy por descontado. El tema es que aparecieron los anticonceptivos cuando de verdad fueron necesarios. No fue sólo un tema tecnológico. Quizás fue más que nada un tema religioso. Reproducirse era una cuestión sagrada porque vivíamos poco más de 30 años y éramos muchos menos.

Hugo dijo...

No estoy tan seguro de la preservación de la especie. Armas biológicas, armas atómicas ponen en peligro la supervivencia en el planeta (no sólo la supervivencia de los seres humanos).

Marcia dijo...

Ahora nos preocupa la superpoblación. Por eso se organizan costosísimas expediciones espaciales. Se exploran las posibilidades de sobrevivir fuera de la Tierra.
También nos preocupa preservar la naturaleza. No hace tanto que surgieron los masivos movimientos ecologistas. Somos conscientes de que el planteta no da infinitamente. Los recursos se agotan. El espacio en la Tierra se agota, si no pregúntenles a los japoneses.

Evaristo dijo...

Aunque exista la posibilidad de que la Tierra desaparezca en un segundo, que esté llena de gente o vacía es completamente indiferente. Si un enorme meteorito nos destroza, quizás no estemos en condiciones de hacer nada para impedirlo. Esos accidentes forman parte de la incertidumbre en la que vivimos. Por eso no podemos tomarlos en cuenta a la hora de pensar el tema de la reproducción. Digo todo esto porque cuando se argumenta que la población aumenta en escala exponencial, eso no es de ningún modo factor de seguridad para la vida en el planeta. Tenemos la espada de Damocles encima y que nos reproduzcamos o no es totalmente indiferente.

Tania dijo...

Las especies se reproducen cuando encuentran condiciones favorables para sobrevivir. Si un cambio climático, por ej, afecta a la Tierra, puede causar desequilibrios que tenderán a equilibrarse nuevamente. Es decir, si desaparecemos los humanos, aumentarán en número otras especies. Si aumenta demasiado una especie, disminuyen otras.

Javier dijo...

Me parece que se fueron al carajo. El tema del artículo es otro. El tema es buscarle explicaciones a por qué ya no es tan imprescindible reproducirse. Si no es imprescindible reproducirse, las uniones homosexuales no nos causan ningún perjuicio. Si no nos causan ningún perjuicio dejarán de ser consideradas inmorales o antinaturales, como dicen algunos.

Marisa dijo...

Para mí no caben dudas de que la moral está al servicio de la vida. Ya no tiene sentido, para la moral, condenar a los homosexuales.

Evangelina dijo...

La vida es lo sagrado. Podríamos decir que vida y sagrado son sinónimos, aunque sean palabras que tienen significados diferentes. O para decirlo más claro, lo único sagrado es la vida.
No estoy en contra de las parejas homosexuales, pero defiendo la vida.

Aldo dijo...

Como cristiana, tu concepción no es mayoría, Evangelina...