sábado, 1 de septiembre de 2012

El mérito de ser humano



Para alabar a otras especies, señalamos sus rasgos humanos y para señalar la superación de las mujeres, señalamos su masculinización.

¿No han notado ustedes que cuando describimos a los demás seres vivos lo hacemos desde la arrogante petulancia de considerarnos superiores? ¿No han notado ustedes que cuando queremos realzar algún rasgo de las demás especies, ese rasgo casualmente se parece a un rasgo humano (pararse en dos patas, abrazar a un semejante, mirarnos con «humana ternura»)?

Pues bien, los humanos tenemos la convicción de que somos superiores al resto de los seres vivos.

Para reforzar esta idea, para emitir alguna señal de que somos ecuánimes, objetivos, ponderados, imaginamos a los marcianos y venusinos como superiores a los humanos, aunque no por casualidad, nunca hemos tenido un contacto real con ellos.

Nuestra idealización y hasta nuestro temor a los extraterrestres, logra el objetivo de reafirmar la creencia en que «la ciencia no miente, que sus observaciones son indiscutibles, que la mente humana solo percibe lo real».

Recuerdo ahora la película E.T. El extraterrestre (USA-1982), en el que el supuesto ser de otro planeta, parece humano, tiene poderes especiales, sufre la incomprensión de todos menos de unos niños humanos y que, cuando tiene que abandonar nuestro «maravilloso planeta», se lo nota muy compungido.

Por lo tanto, cuando los humanos narramos algo, lo hacemos según los intereses del quien lo cuenta. «La historia la hacen los historiadores», dice un refrán, lacónico, irónico, corrosivo.

Cuando se cuenta la historia de las acciones masculinas y femeninas, observamos que ocurre algo parecido: es fantástico que más y más mujeres ocupen lugares masculinos, asuman responsabilidades tradicionalmente varoniles (gobernar, liderar, conducir camiones), como si parecerse a los varones fuera un avance, un logro, una forma de superarse.

Cuando esto ocurre, reafirmamos que los seres humanos somos ligeramente imbéciles.

(Este es el Artículo Nº 1.675)

12 comentarios:

Carolina dijo...

Muy bueno Doc!!!!!!
Además vi el videocomentario y me quedó clarísimo. Lo único que me deja pensando es eso de la masculinización de las mujeres. Será que el tema ahí me toca más de cerca y me cuesta más tomar una postura.

Olga dijo...

Me parece que cuando decimos que las mujeres se están superando, indirectamente estamos diciendo, sin darnos cuenta, ¨cuán superiores son los varones!¨.

Marcia dijo...

A principios del s.XX, en el mundo Europeo, la mujer tenía pocas opciones en cuanto a los roles que podía desempeñar.
Me alegro de pertenecer a otras generaciones.

Gastón dijo...

Es difícil abandonar esa convicción de que somos superiores. Hace milenios que está instalada.

Leticia dijo...

A los extraterrestres en general los imaginamos como potenciales agresores que terminarán por dominar o aniquilar nuestro planeta.

Iris dijo...

Yo me imagino que la vida -que sin dudas debe existir- en otras galaxias, puede ser tan diferente a la que conocemos, que incluso podríamos no percibirla.

Laura dijo...

Es un avance que las mujeres hagan tareas para las que están capacitadas. Antes no se les permitía hacerlas porque creían (ellos) que no eran adecuadas para nosotras. Es un avance que seamos nosotras las que decidamos cómo queremos vivir nuestra vida: como madres, como esposas, como astronautas, como policías, como maestras.

Luján dijo...

No tengo idea de por qué antes estaba mal visto que una mujer manejara un colectivo. Parece que tenemos fama de ser malas manejando... de pronto tienen un poco de razón, no sé. Pero el asunto no es ese, el asunto es que antes se consideraba que la mujer debía permanecer en su hogar para ocuparse de forma directa, personal y comprometida, en la crianza y educación de sus hijos. Que esta concepción cambiara, no fue algo gratuito. Supongo que trajo desventajas y ventajas. Supongo, también, que fueron más las desventajas.

Roque dijo...

Antes las mujeres estaban más tiempo en el hogar, ocupándose de la dirección del mismo así como de la crianza y educación de sus hijos. Esto ha cambiado. Ante el hecho tenemos que analizar los puntos a favor y en contra. En definitiva, estoy de acuerdo con el planteo de Luján.

Mª Eugenia dijo...

¿La masculinización pasa por las tareas que cumple la mujer o es algo que trasciende a eso?

Damián dijo...

Salirnos del antropocentrismo nunca nos fue fácil. Ahora al menos admitimos que el Sol no gira alrededor de la Tierra.

Leticia dijo...

La familia tal como la concebíamos hasta hace unas décadas se está cayendo a pedazos. Necesitamos un cambio de paradigma.