domingo, 26 de septiembre de 2010

Una conversación trivial

— ¿Cuánto hace que tienes novio?

— Hace años, aunque no siempre es el mismo. ¿Y tú?

— Yo también, hace años pero soy más conservadora.

— ¿Siempre estás con el mismo?

— Con la misma.

— ¡Ah! ¿Misma?

— Si mi analista supiera de qué me sirvió su esfuerzo, se moriría de nuevo. Cuando falleció, me sentí autorizada, habilitada o estimulada a probar.

— ¿Probar? No te entiendo.

— Claro, yo siempre imaginé que quizá una mujer, ... No sé si comprendes...

— Creo que sí. Tú sentías ganas de estar con otra mujer y no te animabas.

— Exacto. Es una decisión muy difícil. Me llevó años de análisis y hasta te diría que si mi analista no hubiera fallecido, quizá le seguiría dando vueltas al asunto.

— ¿Y cómo conseguiste una novia tan pronto te decidiste?

— Comencé a ir a un club deportivo, también probé yendo a un spa, pero lo único que cuenta es la actitud. A partir de que yo lo deseé, parece que empecé a comportarme diferente y obtuve lo que deseaba.

— Es raro lo que me dices. No te entiendo y también me da miedo. Ahora me parece que me estás mirando diferente.

— No te asustes que yo le soy fiel. ¿Y a tí cómo te va con él? ¿Lo conozco?

— ¡No! Es un tío.

—Tío, ¿hermano de uno de tus padres?

— Si, por suerte pudimos superar el trauma del incesto y nos dejamos de pavadas. Somos muy felices. Él es hermano de mi padre, es mucho mayor que yo, me comprende en todo. ¡No tengo palabras para decirte lo feliz que me hace!

— Entre mi homosexualidad y tu incesto, no sé con qué quedarme.

— Quédate con ambos. ¿Cuál es el problema? Lo importante es no perjudicar a nadie. Si nadie sufre y todos pasamos bien, sería tonto perderse estas escasas bondades de la vida.

— ¡Oh, mira! ¡Ya comenzaron a pasar los niños para la escuela y yo sin haber empezado a cocinar! Mi marido siempre viene apurado y hambriento.

— El mío está de licencia, así que está cocinando carne asada. Me liberó de la cocina.

— La seguimos otro día. Saludos a Gustavo.

— Saludos a Raúl. ¡Chau!

Nota: La imagen corresponde al óleo del pintor español Luis Garay (1893-1956), titulado Mujeres hablando.

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12 comentarios:

M. Eugenia dijo...

Raúl y Gustavo, sabrían algo?

Emiliano dijo...

Es un cuento, una historia, una ficción. Terminala como quieras Eugenia!

Anónimo dijo...

Algunos analistas demoran en morirse... y una tiene que habilitarse...

Canducha dijo...

Ese anónimo me puso la piel de gallina. Se tratará de una asesina?

Yenny dijo...

Para los hombres es más fácil entrar en esa actitud que lo dice todo.

Valeria dijo...

Para asumir la actitud hay que desear de verdad, no alcanza la curiosidad. Y esa actitud se asume casi inconscientemente. Lo bueno es que no vas a terminar haciendo cosas que no quieras.

Joe Black dijo...

Lo que puede suceder después de la muerte de un analista es incalculable.
Creo que lo mejor que pueden hacer es morirse.

Jacinto dijo...

Cuando uno le da demasiadas vueltas al asunto termina mareándose.

Gerardo Machismen dijo...

Es muy positivo que se festeje el día de la diversidad. Además son manifestaciones alegres y divertidas. Yo nunca dejo de apoyar la marcha de los putos.

Laura dijo...

Así que con los tíos también es incesto. Uy! dejaré de sentarme en su falda.

Rudy dijo...

En las clases de educación sexual, tendrían que darte la lista de la parentela prohibida.

Lauro dijo...

Para vivir cargando secretos de esa índole, hay que estar dispuesto a afrontar lo peor que pudiera pasar, en caso de que te descubran.