martes, 28 de septiembre de 2010

Gente que ladra, no muerde

Me animaría a decir que casi la totalidad de los valiosos beneficios que podemos recibir de un tratamiento psicoanalítico, se sintetizan en:

1º) «Conócete a tí mismo»; y

2º) «Perro que ladra no muerde».

Sobre la recomendación milenaria («Conócete a ti mismo»), he compartido con ustedes algunos comentarios en un par de artículos ya publicados (1).

Saber conducir un vehículo es esencial para sacar los mejores resultados en el tránsito, para pasear o para ganar dinero.

Hasta los lectores más apasionados, coinciden en afirmar que no existe nada más aburrido que leer los manuales instructivos de los diversos aparatos que facilitan nuestra vida.

Son tan insoportables, que la mayoría no los lee y se pierden algunas prestaciones por las que pagaron al comprarlo.

El psicoanálisis es un manual instructivo nada menos que sobre nosotros mismos.

No conocernos por no leer nuestro manual (psicoanalizarnos), implica desconocer y no desarrollar valiosas habilidades, tales como: creatividad, memoria, humor, capacidad artística, audacia, ambición, razonamiento, etc., etc.

No es menor la ayuda que nos provee el psicoanálisis para que se cumpla en nosotros el refrán que dice «perro que ladra, no muerde».

Nuestras emociones básicas (amor, odio, deseo sexual, furia, venganza, envidia y otras), necesitan satisfacerse o padeceremos el intenso malestar que provoca la frustración.

Es angustiante no poder vengarnos de quien nos perjudicó, es frustrante no poder unirnos para siempre con esa persona que cada vez ocupa mayor espacio en nuestros pensamientos, hasta podemos conseguirnos alguna enfermedad psicosomática.

El psicoanálisis nos permite procesar todas esas frustraciones de tal forma que, sólo actuaremos cuando sepamos cómo, cuándo y dónde hacerlo, mientras que las demás acciones, quedarán eficazmente sustituidas por su expresión verbal (desahogarse, simbolizar, catarsis).

Hablar y ser escuchados, nos permite procesar (elaborar) los duelos, salvándonos de actuar impulsivamente.

(1) Si es inteligente, se cree tonto
Mariposas en el estómago

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12 comentarios:

Adela dijo...

Estoy convencida de que muchos jóvenes pasan al acto, cometiendo actos delictivos, porque todavía no aprendieron a hablar.

Filisbino dijo...

Bueno Adela, eso parece un poco reduccionista, no te parece?

Georgina dijo...

Algunos perros ladran y antes de que digas AUXILIO!! ya te están mordiendo. Le aseguro que a los humanos también les pasa. Empiezan a hablar y se van dando manija, hasta que dan un puñetazo en la mesa y comienzan a las piñas.

Adriana dijo...

Con respecto a lo que dice Georgina, hay que dejar en claro que el Licenciado se refiere a lo que se puede hablar en el ámbito terapéutico, con un analista que no está implicado en la situación que se relata, y que será capaz de escuchar sin emitir juicios, habilitando la reflexión y el procesamiento psíquico de aquellas emociones que nos perturban.

Emiliano dijo...

Lo bueno del manual instructivo del psicoanálisis es que no hay que leerlo!!

Fernanda dijo...

Lo mismo que ocurre con esos manuales, pasa con los prospectos de los medicamentos, no están dirigidos al usuario, van dirigidos al médico. Esto implica suponer que los usuarios no saben, no aprenden, no preguntan, no se interesan por su cuerpo... en fin que son una porquería despreciable.

Martina dijo...

Es cierto que el psicoanálisis te ayuda a mejorar la memoria. Te desbloquea canales que esataban prohibidos, porque si los transitabas corrías el riesgo de darte de cara con fantasmas peligrosos.

CHECHU dijo...

EL PSICOANALISIS ES PARA PAJEROS

López dijo...

No diga que el psicoanálisis es un manual instructivo porque todos vamos a pensar que es insoportable.

Diego dijo...

Hay muchas maneras útiles de psicoanalizarse. A mí, por mi forma de ser, me viene sirve el psicodrama.

Chapita dijo...

Ahora lo que me desarrolló la ambición fue el comercial de Natalia Oreiro.

Maruja dijo...

Será por eso que la gente habla tanto en los velorios.