martes, 6 de julio de 2010

La poligamia reprimida

Muchas personas desearían expresar libremente sus deseos homosexuales.

Desde mi punto de vista, todas las mujeres desean sexualmente a las demás mujeres, por el simple hecho de que aprendieron a amar y a disfrutar de la sensualidad con su madre (1).

Por tanto, todas las mujeres que no practican el lesbianismo explícito, padecen algún grado de frustración.

Por su parte, los varones tenemos deseos homosexuales por pertenecer a una cultura machista, en la que —a pura prepotencia muscular—, nos hemos entronizado como el sexo poderoso.

Como todos los seres humanos amamos el poder y este viene siendo simbolizado por el pene (cetro, bastón, batuta, obelisco), entonces tenemos deseos de ser penetrados, penetrar o practicar la fellatio, entre hombres.

A su vez, todos los que repudian ostensiblemente a los homosexuales, demuestran con su fobia que se abstienen de practicarla por vergüenza, recato, prejuicio, temor al deseo, inhibición para gratificarse.

Sin embargo, no es este el asunto que quería comentarles.

Más universal que la homosexualidad reprimida, es la poligamia reprimida.

En este tema no me animo a ser tan enfático con ambos sexos indistintamente.

Sólo me animo a decir que todos queremos ser polígamos con personas monógamas.

¡Vaya contradicción, injusticia y desequilibrio!

Así como es lógico que haya más mujeres homosexuales que hombres porque todos aprendimos ‘amor y sensualidad’ con una mujer, es casi seguro que haya más polígamos que polígamas.

Tengo la impresión que los homosexuales (de ambos sexos) explícitos, logran ser más creativos que los reprimidos, quizá porque esa libertad les permite destinar la energía que gastaban para reprimirse, al arte, los negocios, la ciencia, la política.

Y si la causa de esa mayor creatividad fuera el sinceramiento, el respeto por el deseo personal, entonces debo afirmar que la poligamia reprimida está haciendo estragos en el desarrollo humano.

(1) Mi mamá y mi marido me miman

Artículos vinculados:

La domesticación de los instintos
Si yo fuera mujer
Las mujeres aman a todos

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10 comentarios:

Estela dijo...

Una torta así en mi casamiento sería la sensación!!

Rosana dijo...

Para desplegar la creatividad hay que tener las necesidades básicas satisfechas. Es básico sentirse seguro, no temer la pérdida de la atención de la persona amada.

Alicia dijo...

No es la represión del impulso sexual la que permite, por ejemplo, con la entrada en la latencia, el desarrollo del interés por el aprendizaje?

Marina Green dijo...

El problema es que cuanto más nos desarrollamos más contaminamos.

M. Eugenia dijo...

Una puede sincerarse pero no ejercer?

Sarita dijo...

Gasto energía en reprimirme y todavía me queda mucha más energía libre; entonces barro la casa, limpio los azulejos, discuto con mi hermana, le pego al perro, resongo a los chiquilines, protesto contra el gobierno, insulto cuando manejo... y de vez en cuando hasta cuido a mis nietos.

Rocío dijo...

Lo que pasa es que la cantidad de energía que tiene cada persona es muy distinta.

Anónimo dijo...

el otro dia mi mama nos dejó biquiabiartas diciendo que le hubiese gustado estar con una mujer en algun momento.... eso nadie esta preparado para escuchar, mi mama??? lo cierto es que tambien creo q la homosexualidad es muy comun, son las mentes las que se cierran...

El Guibelino dijo...

Pues sí me he preguntado lo mismo: ¿por qué los abiertamente homosexuales suelen ser muy talentosos? Aunque la primera parte de su contenido es básicamente la crítica Freudiana a la cultura ("El malestar en la cultura")

El Guibelino dijo...

Por cierto, me entretuve con su lectura. Gracias