La película Avatar atrae a varios tipos de público:
— Al de los niños porque tiene muchas escenas de acción, ruidos explosivos a gran volumen y animales rarísimos;
— Al de los amantes de la ecología porque el eje del argumento predispone al espectador para odiar a los avaros depredadores y para amar a los proteccionistas;
— Al de quienes imaginan que la vida primitiva es mejor que la actual;
— Al de los americanos que continúan resentidos con la conquista española, porque es una alegoría en la que ganan los nativos y pierden los conquistadores.
— Y para los fanáticos del diseño gráfico y los efectos especiales: ¡una fiesta!
Por el contrario, no es atractiva para quienes hayan visto más de diez películas en su vida porque el argumento es demasiado simple y repetido.
Sin embargo, quienes amamos el cine podemos tolerar hasta tres películas como Avatar por el solo hecho de disfrutar del novedoso sistema de 3D (tercera dimensión).
Lo que me sigue pareciendo grandioso es que podamos asistir a un espectáculo fantástico, con un enorme despliegue de estimulos sensoriales, en butacas confortables, con temperatura ideal y por menos de 20 dólares.
Creo que los que llegamos vivos a esta etapa de la evolución del ser humano, tenemos motivos para estar conformes sin para ello tener que ignorar que continúan existiendo cosas para mejorar.
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9 comentarios:
Estoy de acuerdo en que el argumento es demasiado simple y repetido, pero es muy positivo para nuestros adolescentes.
Disfruto muchísmo los efectos especiales.
En cuanto al 3D, en esta película se veía un poco borroso.
EL RIOPLATENSE CALCULA EL PRECIO DE LA ENTRADA EN DÓLARES.
Somos tan quejosos que dejamos de percibir todas las cosas grandiosas que nos rodean y que son propias del momento histórico que vivimos.
Para peor, nos quejamos y criticamos pero no hacemos nada por provocar cambios.
De qué nos sirve toda esa evolución si nos alejamos del instinto tan desarrollado que tienen el resto de las especies.
No era ud el que planteaba esto?
Déjeme disfrutar al menos en una película, que ganen los nativos.
Me gustaron los cuerpos esbeltos y fibrosos de esos tipos de piel azul
La vida primitiva tenía la virtud de que el ser humano se sentía parte de la naturaleza y perteneciente a su tierra.
Hoy nos sentimos dueños de la Tierra y aún así no la cuidamos.
Es la primera vez que voy a ver una película con mi hijo y nos divertimos los dos.
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