viernes, 5 de febrero de 2010

El culebrón mitológico

No me nace venerar a los estudiosos académicos que se dedican a leer todo lo que escribieron antes otros estudiosos académicos que hicieron lo mismo, con lo cual el avance del pensamiento es seguro pero lento.

Pensándolo mejor, no sé si es tan seguro lo que repiten muchas personas. En todo caso es muy popular, pero no cierto, verdadero, confiable.

Por eso en muchas ocasiones retrocedo hasta la mitología porque hace miles de años los griegos y romanos carecían de antecedentes, no tenían más remedio que ser creativos, estaban obligados a decir lo que pensaban realmente y sobre todo, no tenían televisión.

Ellos construían historias muy divertidas con personajes que representaban particularidades humanas.

Ares era el dios de la guerra. Era un dios belicoso, amante de provocar disturbios y su deporte preferido era pelear a muerte.

Era impopular porque él no peleaba defendiendo los intereses de un solo bando. Por el contrario, apoyaba causas diferentes y hasta opuestas entre sí.

Afrodita (imagen) era una hermosa mujer con un temperamento tan apasionado que no debería haberse casado. Y menos con Hefesto. Representaba el amor carnal (no el amor romántico o platónico), la reproducción y hasta la prostitución.

Ares y Afrodita se convirtieron en amantes nada menos que en la cama matrimonial de ella.

Por supuesto que Hefesto se puso furioso y Ares tuvo que huir.

La mitología ha llegado hasta nuestros días porque refiere a las características básicas de los seres humanos.

El «Ares» que llevamos dentro, desearía luchar contra los obstáculos que se nos presentan, desearía encontrar y disfrutar del amor físico (Afrodita) más desenfrenado, pero sabemos que alguien o algo (Hefesto) se interpondrá para que ese gran momento se interrumpa.

Si la salud nos ayuda, cuando un obstáculo interrumpe la buena vida, resurgirá nuestro «Ares» para encontrar otra «Afrodita».

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12 comentarios:

Al dijo...

Mmmm, depiladita, como me gusta a mi!!!

Anónimo dijo...

Si la salud nos ayuda...gran verdad!
Solemos morir de eso, cuando la ayuda se torna inalcanzable.
(En algún momento se vence la garantía, ja)

Eusebio dijo...

Los griegos no salieron de la nada y fueron influenciados por otros pueblos, sobre todo porque practicaban el comercio.
Mucho más los romanos, que por su afán imperialista, tomaron contacto con las más diversas culturas.

Damián dijo...

Es mejor no meterse con las afroditas que tienen un hefesto.
Está lleno de afroditas solitarias.

Lucas dijo...

Ares se metía en problemas porque quería guerra.

Roque dijo...

Los estudiosos pueden o no ser académicos y no se trata de venerarlos, sino tomar de ellos lo que nos sirva.
Veo mucha soberbia en su postura.

Marcel dijo...

Cierto que se repiten siempre las mismas historias. Sólo se puede innovar escribiendo ciencia ficción.

Gustavo dijo...

Ares era impopular pero peronista!

Raquel dijo...

Las mujeres apasionadas tenemos matrimonios felices (siempre que además de apasionadas seamos leales).

Manolo dijo...

Me late que las diosas griegas se depilaban a navaja.

Eduardo dijo...

Los conocimientos que sirven no son los que se repiten, sino los que han significado un avance.
Freud no se repite demasiado -salvo en Argentina y en Francia-, sin embargo muchos creemos que ha significado un avance en el conocimiento del psiquismo humano.

Esther dijo...

Ando pésimo de mitología: para mí Afrodita era negra. Supongo que por lo de Afro.