Si usted es fanático/a de Los Simpson debería participar en un foro que estoy coordinando para discutir si será cierto que todos los hijos son de Homero.
La ambivalencia afectiva que circula dentro de la familia es suficiente motivo como para que nos hagamos este planteo.
La literatura dedicada al psicoanálisis llena varias bibliotecas y aunque parezca insólito continúan sin contestar preguntas tan elementales como ¿qué quiere una mujer? y ¿qué es un padre?
En un afán cerrar el caso hay quienes se apresuran a decir que una mujer quiere tener un hijo del hombre que ama ... independientemente de quién sea el padre biológico.
A su vez, de este grupo de ávidos por encontrar una respuesta —y si aún no consumen ansiolíticos—, directamente dicen que «la mujer quiere tener un hijo de su propio padre aunque la prohibición del incesto la obliga a buscar el fecundador menos malo».
Como podrá apreciar, si esto fuera así (siempre estamos hablando de procesos inconscientes), entonces ese hombre que fecundó a una mujer en representación de otro (del suegro), recién se convertirá en verdadero padre cuando su hija sea fecundada por el menos malo de los candidatos que encuentre para representarlo.
Este enredo —que tiene muchas posibilidades de ser verdadero— nos responde aquellas preguntas diciendo que lo quiere una mujer es fecundar un hijo y que un padre es un abuelo.
Nota: Este tema es complejo y le puse un poco de humor para compensar mi incapacidad para ser más claro. Además puede ayudarle otro artículo titulado Amo a no importa quién
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11 comentarios:
La verdad, prefiero las teorías de Eisten; éstas me causas dilemas existenciales,
Ud nos quiere volver locos.
Recién a los 18 años aprendí el significado de la palabra cuñado y dejé de confundir sobrino con primo. Lo que ud plantea no es para mí.
Es paradójico; el padre se convierte en padre cuando entrega a su hija.
¿Cómo es eso de que una mujer quiere fecundar un hijo?
Nunca estuvo mejor definida la palabra esposo: "el menos malo de los candidatos"
Estuve casada con un hombre que parecía ser mi abuelo, aunque me trataba como un padre y jugaba a ser mi esposo.
Me gusta jugarla de yerno y ansío ser padre. Si me pongo a imaginar, todavía no me entra en la cabeza cómo es que un día podré llegar a ser abuelo.
En mi adolescencia las preguntas que me atormentaron fueron: ¿qué quiere un padre? y ¿qué es una mujer? Aún escucho respuestas.
Yo que consumo ansiolíticos le puedo decir que una mujer quiere a un hombre que la quiera.
Con mi hija nunca coincidimos acerca de cuál es el menos malo.
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