martes, 11 de agosto de 2009

Intuyo que mañana será otro día

¿Existe un sexto sentido? Ya casi estamos de acuerdo en que a veces tenemos intuiciones, presentimientos, corazonadas, vibraciones, feelings, visiones.

El grado de precisión, detalle y acierto son muy variados. Creo que nadie ha logrado adivinar qué número saldrá a la lotería pero sí que el novio de la hija viene «con otras intenciones», o que en algún momento se producirán despidos y que uno de los afectados podría ser yo.

Otra pregunta muy frecuente es ¿las mujeres son más intuitivas que los hombres? Ya casi estamos de acuerdo en que sí, que ellas son más intuitivas, pero acá es donde quiero compartir algo con ustedes porque quizá les interese.

Lo que hace que alguien sea más perspicaz quizá no sea su género sino su sensación de vulnerabilidad.

A veces se dice que los hombres muy fuertes son brutos, insensibles mientras que otros más débiles, enfermizos, con escasas defensas, son más sensibles, intuitivos, poéticos, románticos, espirituales.

Todos estos factores que se resumirían en fortaleza y perspicacia podrían sintetizarse diciendo que la sensibilidad es una forma compensatoria de la debilidad. Cuanto más vulnerable es alguien, mayor es su estado de alerta, su poder de observación, su minuciosidad para reparar en detalles que en su fuero interno podrían ser amenazantes.

En cuanto al grado de acierto de esas intuiciones, estoy casi convencido que se corresponden con el realismo y la información:

— una persona poco realista (con pensamiento mágico, primitivo, supersticioso) sacará conclusiones propias de su mundo imaginario mientras que

— una persona realista e informada, hará una buena combinación de eso que puede observar mejor que los demás para llegar a conclusiones intuitivas más acertadas.

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14 comentarios:

Guyunusa dijo...

Pienso que la sensación de vulnerabilidad debe estar dada también por el grado de peligrosidad con el que percibimos el mundo. Si este nos parece en extremo peligroso viviremos a la defensiva, siempre esperando algún ataque. En esos casos la intuición funciona a mil y a veces se despega de la realidad; empezás a creer en peligros que sólo existen en tu imaginación.

Eloísa Santulo dijo...

Desde que nací vengo creyendo que mañana será un nuevo día y ni una sóla vez me equivoqué!

Rubén dijo...

Ayer un gato negro pasó debajo de la escalera donde yo estaba pintando y tuve la corazonada de que iba a empezar a llover antes de que se secara la pintura. Por suerte no llovió. Es que siempre llevo colgada una pata de conejo en el llavero.

la osita dijo...

Mi osito es muy fuerte y super-sensible!!

Fernando Israel dijo...

La sensibilidad tiene que ver con el aprendizaje que proviene de la experiencia cotidiana. Aprendemos a ser sensibles frente a determinados estímulos y obviamos otros.

Eusebio dijo...

A veces confundo las corazonadas con las palpitaciones y todo me sale mal.

Magalí dijo...

Algunos hombres tienen huesos de cristal y otros huevos de cristal.
Los primeros viven quebrándose y los segundos te adivinan el futuro.
Ninguno de los dos sirven.

Marta dijo...

Por esto que ud dice es que los niños a veces sacan conclusiones disparatadas de las cosas.

Filipo André dijo...

Estoy convencido de que los meteorólogos son personas poco realistas.

Rulo dijo...

Es una joda! tengo sueños premonitorios que nunca se cumplen.

Lola dijo...

Para los hombres tengo una intuición detectivesca... pero nunca la uso!

Canducha dijo...

Me parece que los dejà vu son inevitables cuando una se pone vieja.

López dijo...

Otra forma compensatoria de la debilidad es la velocidad para salir rajando cuando las papas queman.

la gordis dijo...

Soy muy vulnerable a atrapar kilitos demás, por eso siempre estoy atenta a las amenazantes calorías que me rodean.