jueves, 20 de agosto de 2009

¿Gordo o voluminoso?

La palabra cibernética proviene del griego y significa «gobernar una nave». Actualmente se llama así al conjunto de estudios que se hacen para saber cómo la naturaleza resuelve el equilibrio funcional de los organismos.

Estos conocimientos suelen aplicarse a las máquinas que «inventamos» (lo pongo entre comillas porque en realidad copiamos a la naturaleza haciendo algunos cambios).

Habrán observado que cuando accionamos un botón para que la cisterna del baño descargue su contenido de agua dentro del W.C., comienza su recarga hasta que un mecanismo cibernético hace que se corte el ingreso de agua en el momento oportuno.

Una de las tantas funciones cerebrales consiste en la secreción de hormonas que nos producen hambre. Cuando comenzamos a comer, otra hormona hace que en el momento oportuno dejemos de tener hambre y de esa forma interrumpimos la ingesta.

Este equilibrio entre nuestra necesidad de alimento y la sensación de saciedad se logra por el funcionamiento automático de las glándulas que segregan esas hormonas.

Simplificando la idea, nuestro cerebro comanda la recuperación de energías (alimento) de forma similar a como la cisterna del baño recupera la cantidad de agua que tiene prevista.

Hasta aquí estoy comparando fenómenos físicos (cisterna) y orgánicos (alimentación).

El tamaño de nuestro cuerpo está determinado por nuestra herencia genética: somos grandes o pequeños, pesados o livianos. Siguiendo con el ejemplo, somos cisternas naturales con diferentes volúmenes.

¿Es razonable que un médico nos diga que nuestro volumen es excesivamente grande o excesivamente pequeño? Cuando se nos dice que según ciertas tablas deberíamos pesar 20 kilos menos, ¿no se estará cometiendo un atentado contra las leyes naturales que nos condicionan a cada uno?

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10 comentarios:

Dra. Raquel G. dijo...

Me parece que no da para discutir que algunas personas están enfermas y uno de los síntomas es la deformación del cuerpo por acumulación de tejido adiposo.

Las personas de gran volumen no tienen por qué estar enfermas de obesidad.

Pablo Demetrio dijo...

Es que el desajuste está allí, no llega la sensación de saciedad al cerebro en el momento oportuno.

la gordis dijo...

Podria decirse que yo soy una cisterna pequeña a punto de explotar por la cantidad de agua que se le ha metido a presión.

Paty dijo...

Cuando las hormonas están por encima o por debajo del nivel normal siempre traen problemas.

Cecilia dijo...

Tengo gran volúmen pero no soy deforme. Soy fuerte, femenina y muuuy curbilínea.

Marcia Plebes dijo...

Las leyes naturales que me condicionan a mí, le diré que no son muy favorables: alto el nivel de azúcar, alto el colesterol malo, bajo el colesterol bueno, excesiva recaptación de serotonina, nivel de presión alto, arritmia, baja capacidad pulmonar, baja densidad ósea...
y creo que nada más.

Mª Eugenia dijo...

¿Y cómo es en las otras especies? ¿Los bichos de una misma especie tienen volúmenes muy distintos?

Lucrecia dijo...

Nunca me siento llena porque soy una eterna disconforme.

Inundación Dominguez dijo...

El mecanismo cibernético de mi estómago siempre se desborda!

Morgana dijo...

No sé qué es sentir hambre. Siempre he sentido apetito.