viernes, 28 de agosto de 2009

Monumento al antidepresivo

Hoy continúo con la idea propuesta en el artículo titulado Coitoterapia.

Como he comentado varias veces, la única misión que tenemos los humanos y las demás especies es cumplir la organización que impone la naturaleza (lo cual equivale a decir que nadie posee una misión).

Si un gran número de hombres y mujeres creen en el poder mágico del pene, entonces podemos pensar que muchas mujeres (inconscientemente) se muestran o están deprimidas (desinfladas) para atraer a los varones que se creen fornicadores terapéuticos porque con su penetración podrán restablecer la presión interior que a ellas les falta.

Hasta donde sé, la depresión está provocada por una disfunción cerebral pero es oportuno recordar lo que se denomina resistencia a la cura.

Como primera conclusión de este artículo podría decir que las mujeres que padecen una disfunción cerebral que se manifiesta con depresión, podrían ver demorado su restablecimiento (mediante psicofármacos y/o psicoanálisis) porque inconscientemente observan que su enfermedad atrae a los varones que se imaginan con un pene mágicamente antidepresivo.

La propia naturaleza es la encargada de generar esta resistencia a la cura dado que Ella propicia la fecundación para conservar la vida de cada especie.

Causó sensación cuando a finales del año 2005 decidieron ponerle el preservativo más grande del mundo (67 metros) (imagen) al obelisco de Buenos Aires, como campaña publicitaria de prevención del Sida y (quizá) para reafirmar la hipótesis de que el pene es tan importante como para hacerle un monumento disimulado en forma de obelisco.

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14 comentarios:

Florencio dijo...

Ay papito! el obelisco con forrito rosa queda tan lindo!

Lola dijo...

Nunca imaginé que mi arma secreta podría ser la depre.
¡Qué bueno!
Ahora padezco una disfunción y no me importa!!

el oriental dijo...

No me gusta fanfarronear. Los que me conocen saben que me esfuerzo por mantener un perfil bajo. De todos modos la lectura de su artículo me tienta a hacer un pequeño esclarecimiento. Nadie lo sabe, pero a mí los preservativos me los fabrican personalizados. Lo que quiero decir es que me los hacen a medida (como el traje del Pepe). Para fabricar el forro que cubrió al obelisco de Bs. Aires, sólo debieron ajustar un poco las dimensiones de la matriz que tenían hecha para los míos. No sé, lo digo sólo a modo ilustrativo; el saber nunca está demás.

la gata bajón dijo...

Si me mudo a la China, quizás la naturaleza propicie mi alejamiento de las actividades reproductivas, previa cura, claro está, de mi depresión seductora.

O. Freire dijo...

ATENCIÓN VARONES: todos uds. son fornicadores terapéuticos. No se achiquen. Es cierto que a veces no da resultado. Que a veces le das y le das y la mina queda más alunada que al principio. Pero no olviden una cosa: la excepción hace a la regla. Así que ¡VAMO A METERLE!, aunque tengan la regla, aunque todo parezca en vano... RECUERDEN: SIEMPRE VUELVAN A EMPEZAR.

Soledad dijo...

¡No tenemos ninguna disfunción! Las depresivas tenemos funciones diferentes.

Eusebio dijo...

Supongo que Soledad se refiere a funciones diferentes como romper las pelotas todo el santo día.

Cristiano Reuter dijo...

Yo en lugar de la coitoterapia, prefiero la crioterapia. Mi hoby es criar jamsters, y esa ocupación me ha llevado a descubrir muchas similitudes entre el comportamiento de estos animalitos y el comportamiento humano. Les doy un ejemplo nomás: los jamsters corren como idiotas en una rueda fija y no llegan a ningún lado. ¿Conocen uds una metáfora mejor de la vida del hombre moderno?

Gloria dijo...

¡Otra vez la fulana Naturaleza propiciando enfermedades!

Noelia dijo...

La verdad no me imagino trepando el Obelisco de Buenos Aires.

Milton dijo...

Ja, yo lo vi y lo toqué.

Estamos bien locos de la cabeza!!!!

Pelusa Escobar dijo...

En Asia es donde hay más monumentos al pene.

Me imagino que debería ser un lugar de peregrinación de los gays. ji

Patty dijo...

Mi marido descalifica mi depresión porque se cree que me hago la viva porque lo único que necesito es una verga bien grande. Qué estúpido e ignorante salió pobre!

Irène dijo...

Cuando los médicos no saben algo hablan de virosis y los psicólogos usan la resistencia a la cura.

Puras chicanas.