jueves, 25 de septiembre de 2008

La ciencia trae mala suerte

Los humanos queremos saber cómo funcionamos para poder hacer algo en nuestro favor y evitarnos las sorpresas desagradables.

Nos gustaría saber qué deseamos exactamente para no sentirnos tan abrumados ante nuestros cambios de parecer. Comenzamos el día deseando contraer matrimonio y al promediar la tarde estamos pensando que esa sería una mala idea. Comenzamos una carrera universitaria llenos de entusiasmo y a los dos años nos parece que lo más interesante está en otro lado.

Un gran adelanto logrado por el pensamiento psicoanalítico es entender que no gobernamos nuestra conducta sino que apenas tenemos una co-participación. El centro de poder está en el inconciente de cada uno de nosotros. Es desde ahí de donde salen las órdenes que difícilmente dejamos de cumplir. ¿Por qué tengo estas ganas irrefrenables de volver a fumar después de no probar un cigarrillo en cuatro años? ¿Quién me manda a decirle al vecino que debería hablar con su hija que todos los días llega de madrugada traída por hombres distintos? El inconciente: no hay otro.

Es angustiante sentirnos como una marioneta manejada por un titiritero imprevisible. Como es tan desagradable enterarnos de esta mala noticia, negamos las informaciones que el psicoanálisis tiene para darnos.

Ya antes habíamos tenido otras dos malas noticias bastante hirientes para nuestro amor propio.

Cuando a Copérnico se le ocurrió decir que nuestro planeta no está en el centro del universo, casi lo matan. La humanidad entera se sintió ofendida por la falta de respeto que estaba teniendo este señor mal educado.

Tras cartón a Darwin se le ocurre afirmar que no somos una creatura fabricada por un ser maravilloso (Dios) sino que apenas somos un mono con mejoras.

Y como no hay dos sin tres, aparece Freud para decirnos que somos gobernados por un inconciente, que carecemos de autonomía y otras malas noticias. ¿Quién podría aceptar el psicoanálisis con estos antecedentes?

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21 comentarios:

Anónimo dijo...

Si gobierna el inconciente, la libertad consiste en dejarse guiar por él. Hay que tener en cuenta que se puede caer en delitos o en estupideces. Es lo que hay.

Anónimo dijo...

Los cambios de parecer me angustian de verdad.

Anónimo dijo...

Si sólo tenemos una co-participación en nuestra conducta, la justicia es un mito. Si somos gobernados, todos deberíamos ser declarados incapaces frente a la ley.

Anónimo dijo...

Lo que a ud lo manda a hablar con el padre de la vecina son las bonitas piernas de la muchacha.

Anónimo dijo...

Le pregunté a mi inconciente por qué estaba fumando tanto y me contestó: "es que tú chico, estás en una encrucijada"

Anónimo dijo...

Cuando el psicoanálisis me habla de tragedias apago el canal.

Anónimo dijo...

Mi titiritero me lleva por caminos escalofriantes. No puedo descansarme en sus manos. Ya vendrá la revolución de los títeres!!

Anónimo dijo...

Copérnico es un desalmado, Darwin un animal y en el s. XIX parió la abuela.

Anónimo dijo...

Tanto luchar por la democracia y ahora viene ese títere gobernado por el imperial titiritero, que nos va a poner a todos en baranda.

Anónimo dijo...

Lo peor de todo, para colmo, es reconocer que los monos con mejoras somos peores que los monos. Las mejoras no resultaron, man.

Anónimo dijo...

Si, quiero saber cómo funciono porque varias veces me he traicionado. No me sé manejar. Si por lo menos hubiera algún curso sobre Yo.

Anónimo dijo...

Mi novio desciende del mono por lo desvergonzado. Me hace cualquier cosas delante de cualquiera. Está loco o es el mejor.

Anónimo dijo...

"Ver para creer" debe ser mentira porque yo veo que las estrellas giran alrededor de la tierra.

Anónimo dijo...

Esto del inconciente es una moda pasajera. En cualquier momento invetan otra historia y allá arrancamos todos a pensar que la tierra rebota contra la luna y que la mente funciona por el canto de los grillos.

cri-cri-cri

Anónimo dijo...

Nacimos en un mundo científico donde la racionalidad es la reina, pero yo tengo cabeza de poeta y me siento como un demonio en el paraíso o un ángel en el infierno. Prefiero a los curanderos, las religiones, los conjuros, los ritos. Ya saben.

Anónimo dijo...

Es cierto, me siento como una marioneta que desearía divorciarse del titiritero por riñas y disputas.

Anónimo dijo...

Qué lindo sería tener mucho dinero para poder destrozar la computadora con un bate de baseball cada vez que se pone estúpida. Me haría tanto bien.

Anónimo dijo...

Claro!!! Como para no estar angustiada. La culpa es de Copérnico, Darwin y Freud. Otros padecen por Hitler, Stalin, Mao, Fidel, Bush, Wanda Nara, la Tota Santillán. ¡Qué vida ésta!

Anónimo dijo...

Mi inconciente debe padecer una guerra interna porque en mis sueños muere muchísima gente.

Anónimo dijo...

Estoy cursando mi tercer intento profesional. Empecé por el arte, doblé hacia la abogacía y ahora volví al arte (otro diferente al primero). ¿Cuándo empezarás a ganar dinero? (pregunta la impertinente de mi madre)

Anónimo dijo...

Mi hermana menor era flor de loca, vivía llorando, gritando. Con 4 años de psicoanálisis ahora todo lo importa 3 carajos, vive fenómena, no molesta, no toma pastillas. Me puede servir la idea para mí que ando bastante rayada.