martes, 2 de septiembre de 2008

Mañana, hoy será ayer

Les contaré por qué me duele tanto la decadencia de Michael Jackson.

Hoy, a poco de cumplir sus 50 años (el 29 de agosto de 2008), no es ni la sombra de lo que fue desde que tenía apenas 4 años como un niño prodigio capaz de entretener a todos con su arte.

A los 12 años era conocido en todo el mundo como la figura central de los Jackson Five junto a cuatro de sus hermanos.

El compacto Thriller sigue siendo el disco más vendido en la historia de la música y el video-clip del tema homónimo marcó un antes y un después en la historia del pop.

En torno a su talento se invirtieron millones de dólares con resultados siempre positivos. Miles de personas ganaron buen dinero trabajando directa o indirectamente para él.

Las cosas empezaron a complicarse con varios desaciertos en la administración de su imagen y de su fortuna a tal punto que hoy está próximo a perderlo todo.

Esta historia me conmueve porque es un artista que siempre me gustó y fíjense que me sucede:

Como es alguien que me llamó mucho la atención y ha tenido una historia de triunfo y fracaso, se parece mucho a mí mismo porque alguna vez fui pequeño y me sentí un rey, luego la maduración me trajo los problemas normales que le suceden a cualquier adulto cuando asume responsabilidades y entra en la etapa en que deja de ser protagonista para dejarle ese lugar a las nuevas generaciones.

De hecho, esto nos pasa a todos siendo la nostalgia que todos sentimos en mayor o menor grado, el sentimiento que confirma aquello de que “todo tiempo pasado fue mejor”.

También es cierto que HOY será algún día una época que añoraremos y por eso vale la pena disfrutarlo intensamente.

●●●

22 comentarios:

Anónimo dijo...

Está buena la semejanza entre la caída de un ídolo y la propia caída. A veces me siento mal y no me doy cuenta por qué será.

Anónimo dijo...

Recuerdo cuando hizo el amague de tirar a su hijo a los fans. ¡¡Qué error publicitario Dios mío!!

Anónimo dijo...

No soy psicóloga (y menos a distancia) pero ese hombre siempre estuvo medio mal de la cabecita. Pero sin irme por las ramas, es probable que todos los estemos de uno u otro modo.

Anónimo dijo...

En resumen: Lo inteligente es disfrutar ahora. ¿Era eso?

Anónimo dijo...

Cuando terminé mis estudios a los 23 años, mis padres me quitaron la corona que tenía, con mucha dulzura y solemnidad, pero me la quitaron.

Anónimo dijo...

Otro rarito es Ricky Martin que ahora fue papá de mellizos previo pago de 10.000 dólares a un 'vientre de alquiler'.

Anónimo dijo...

Lo digo por experiencia: lo ideal es ser del montón y pasar desapercibido. A veces uno se aburre un poco, pero todos los extremos son malos.

Anónimo dijo...

Cuando suena la alarma del reloj me quedo en la cama recordando qué lindo era ser joven.

Anónimo dijo...

Nací en el campo rodeado de naturaleza y mis primeros 11 años fueron de salud plena. Ahora hace más de veinte que vivo en una jungla de cemento y tomo medicamentos para seguir funcionando.

Anónimo dijo...

Maradona, Britney, Michael son ejemplos de cuando el éxito golpea mal y Madonna, Luis Miguel y Shakira son ejemplos de cuando el éxito no golpea mal.

Anónimo dijo...

Los 3 hijos de Michael Jackson están como secuestrados por su padre por temor a las enfermedades y a los secuestros.

El más chico al que se refiere Florinda, se llama Blanket.

Anónimo dijo...

Mi adolescencia fue tan conflictiva que espero, mi madurez sea más llevadera.

Anónimo dijo...

Dicen que la memoria retiene sabiamente los recuerdos buenos y tiende a olvidar los malos, sin embargo mi memoria tiene una actitud masoquista.

Anónimo dijo...

Soy viejo, reconozco mi decadencia biológica, salta a la vista, pero anímicamente estoy pasando la mejor etapa de mi vida.

Anónimo dijo...

Si los niños se sienten reyes, imagino lo que debe sentir un niño prodigio; debe ser muy difícil madurar partiendo de un pedestal tan alto.

Anónimo dijo...

A veces me cuesta encontrar el equilibrio entre vivir lo inmediato y mantener cierta perspectiva de futuro.

Anónimo dijo...

Los fracasos pesan tanto en mi balanza que me están hundiendo.

Anónimo dijo...

Todos terminamos perdiéndolo todo.

Anónimo dijo...

Todos terminamos perdiéndolo todo.

Anónimo dijo...

La capacidad para disfrutar no depende de la voluntad pero el sólo hecho de plantearse que uno quiere pasarla bien ya ayuda.

Anónimo dijo...

Ese amague de tirar al hijo por la ventana fue un exceso de expresionismo!

Anónimo dijo...

La propia caída se hace ostensible a partir de los cuarenta, es la famosa "crisis de los cuarenta" que le llaman.