lunes, 8 de septiembre de 2008

A Seguro se lo llevaron preso

«No es inteligente llorar sobre la leche derramada» se decía en una época en la que ese alimento había que hervirlo por razones sanitarias. El hervor de este líquido se caracteriza porque una vez alcanzado el punto de ebullición, se genera una espuma tan abundante que desborda casi cualquier recipiente que lo contenga.

Siempre que ocurren catástrofes inesperadas aparece un grupo de ciudadanos que critica al gobierno por no haber previsto que esto pudiera pasar. Cuando la vida retoma la normalidad, es probable que se cree una comisión que estudie los hechos y asesore al cuerpo legislativo sobre que se hará si vuelve a ocurrir.

Las leyes aparecen después de que algo ocurrió e inspiró al pueblo sobre la conveniencia de crear una norma. También se legisla copiando a otros países que ya sufrieron ese fenómeno que se procura evitar.

Cuando se instalan semáforos donde ya mataron a un peatón; cuando se crea un equipo especializado después de un trágico asalto con toma de rehenes; cuando se endurecen los controles después de un incendio donde se había omitido el cumplimiento de las normas vigentes, y en mil casos más, suele no ser procedente la crítica por falta de previsión ya que la capacidad anticipatoria del ser humano es limitadísima ... si la comparamos con la que creemos poseer.

Nuestro cerebro necesita inevitablemente que algo ocurra para que pueda estar en condiciones de tomar medidas precautorias razonables. Si así no se hiciera, deberían prohibirse todas aquellas acciones que la imaginación más paranoica e hipocondríaca pudiera imaginar, es decir, TODAS. Cualquier manifestación de vida es peligrosa porque estar vivo es la condición necesaria y suficiente para morir.

Vuelvo al principio para rectificar el refrán, el que quedaría redactado así: «No hay más remedio que llorar sobre la leche derramada».

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22 comentarios:

Anónimo dijo...

Las enfermedades de los vacunos (estamos hablando de leche de vaca no?) pueden llegar al ser humano a través de la leche. Sólo recuerdo la más generalizada que es la fiebre aftosa. De todos modos el proceso de pasteurización que le hacen las empresas expendedoras de leche, supuestamente acaba con el virus que la produce.

Anónimo dijo...

A veces se dice que ciertas normas se establecen "con nombre y apellido" porque se supone que atienden a un caso muy concreto que se quiere resolver por la vía legal en vez de tomar una decisión cuyo costo político prefieren evitar.

Anónimo dijo...

Aunque ud parece muy convincente igual me quedo con la idea de que muchas cosas se prodrían prever porque es obvio que pueden pasar. Atribuyo la ausencia de normas oportunas al descuido de los gobernantes de turno.

Anónimo dijo...

Alguna vez estudié el fenómeno de la burocracia y sus interminables enredos. El principal motivo de que sea tan complicada es que las personas agregan normas generales para evitar que un hecho casual no vuelva a repetirse, sin establecer la probabilidad objetiva que pueda tener. Sin embargo, esta nueva norma agregará más controles (innecesarios) que enlentecen de ahí en más.

Anónimo dijo...

Según el psicoanálisis el fervor por la Ley y su rigurosa aplicación, se relaciona con un tipo de vínculo especial con el padre.

Anónimo dijo...

Yo también modificaría el refrán: "Si la leche se derrama, ¡mala suerte!".

Anónimo dijo...

Un tío muy estudioso a veces me cuenta cosas que él lee en libros de derecho, no porque sea abogado sino porque él dice que ahí se entera de todo lo que somos capaces las personas. ¿No es interesante?

Anónimo dijo...

Culpar al gobierno es un vicio como culpar a los jueces de fútbol. No toleramos cualquier cosa que nos contraríe.

Anónimo dijo...

Estoy de acuerdo con eso de que si fuéramos a prever lo que puede pasar, tendríamos que prohibir absolutamente todo. Tenemos que correr algunos riesgos.

Anónimo dijo...

Estoy de acuerdo con Roque Henderson. Hay desgracias que son evitables, pero los que mandan son haraganes y tontos.

Anónimo dijo...

Para mí el preso de la imagen está gritando ¡¡Yo no soy el culpable!! y ¿saben? ¡¡Creo que dice la verdad!! Pobrecito.

Anónimo dijo...

Si uno lee las crónicas cotidianas de otras épocas y lugares, descubre con asombro que en todos lados y en todas las épocas sucedieron cosas parecidas. Somos así no más.

Anónimo dijo...

Me lleva tanto tiempo tomar precauciones que nunca puedo salir en la mañana.

Anónimo dijo...

El clima está tan loco que se ha vuelto impredecible.

Anónimo dijo...

Nuestros códigos necesitan un lifting.

Anónimo dijo...

En mi cartera tengo de todo por las dudas. Por lo general no uso nada pero me siento más segura.

Anónimo dijo...

Los acróbatas siempre deberían usar red protectora. La primera vez que fui al circo (tendría 5 años)ocurrió un accidente que me dejó una sensación angustiosa muy desagradable. Nunca supe si el acróbata se salvó o no.

Anónimo dijo...

No es inteligente llorar sobre la leche derramada porque despide un olor asqueroso.

Anónimo dijo...

Cuando se hacen simulacros para provar los protocolos de acción, nuestro rendimiento está en menos por la falta de adrenalina. La realidad provoca reacciones inesperadas, algunos somos más eficaces y otros más torpes.

Anónimo dijo...

Algunos cerebros no toman medidas precautorias aunque el mismo accidente ocurra 6 veces.

Anónimo dijo...

Cuentan que existió un rey que mandó construir un palacio con 365 habitaciones, para dormir cada día en una diferente y así engañar a la muerte.

Anónimo dijo...

Cuando las cosas llegan a cierto punto ya no se pueden contener. Es lo que ud. dice con el ejemplo de la leche. Eso me hizo acordar a lo que le pasa a mi novio si yo lo dejo avanzar...