miércoles, 3 de septiembre de 2008

Agresividad por convicción

Todos los animales estamos dotados de agresividad para luchar por la vida y en nuestras anatomías alguna parte es la más adecuada para ser usada como arma: la cola en el alacrán, las patas traseras en los caballos, el aguijón en las abejas, la boca en una mayoría de las especies.

Quizá por ser los más débiles de la escala zoológica, los humanos no solamente usamos varias partes de nuestro cuerpo para golpear o herir sino que poseemos inteligencia, que en este caso ha servido para la fabricación de armas.

También es una particularidad de nuestra especie el poseer instintos muy poco desarrollados por lo que, además de las necesidades propias de cualquier otro animal (hambre, frío, etc.), nos complementamos con deseos que podríamos definirlos como «necesidades psíquicas» (deseos de ser amados, deseos de fama, deseos de poder, etc.).

Todos los animales estamos dotados de agresividad para luchar por la vida y en nuestro caso, como no contamos con la programación infalible del instinto, interpretamos qué debemos entender por peligro con diferentes grados de acierto.

Como la definición de peligro que justifique el uso de la agresividad y las armas es bastante personal y casi siempre subjetiva, solemos quedar desconcertados cuando en algunos semejantes se desata una violencia que nos parece fuera de lugar, injustificada, condenable.

Puedo asegurar que los actos más desatinados ocurrieron cuando el violento se encontraba íntimamente convencido de que ésa era la única actitud que podía tener. Aún cuando más tarde se arrepienta.

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22 comentarios:

Anónimo dijo...

Estoy acobardada por el tono que están tomando las relaciones en mi familia. Esto termina mal.

Anónimo dijo...

Muchas veces pierdo el control y es cierto, me siento 100% seguro de que no tengo más remedio que tomar decisiones enérgicas. De otro modo las cosas no funcionan. Ya lo probé.

Anónimo dijo...

El deporte es el sustituto de la guerra por eso tiene tanta violencia pero no hay que olvidarse que produce menos muertes que la guerra misma.

Anónimo dijo...

estoy de acuerdo con martin

Anónimo dijo...

El problema está en cómo la gente dramatiza algo que es tan normal. Es puro pamento.

Anónimo dijo...

Todos son violentos de alguna manera pero nos quejamos de la violencia cuando se vuelve contra nuestros intereses.

Anónimo dijo...

Me llama la atención de que tantos comentarios parezcan defender la agresividad como algo normal.

Anónimo dijo...

La noción de violencia cambia con las circunstancias. A veces pasan cosas en un momento que si hubieran sido en otro contexto se interpretarían muy diferente.

Anónimo dijo...

Cuando alguien siente que la violencia es la única actitud que puede tomar, supongo que el pensamiento desaparece y se pasa a la acción sin ningún freno. Es un acto espóntaneo y de consecuencias calamitosas para la vida en sociedad.

Anónimo dijo...

Si a las necesidades psíquicas no satisfechas le sumás el hambre y el frío, ahí tenés al hombre lobo.

Anónimo dijo...

Los que no sabemos luchar por la vida tenemos la agresividad metida para adentro y nos vivimos flagelando.

Anónimo dijo...

Peleo con los puños, pero la boca me tienta.

Anónimo dijo...

Aprendí a usar todo mi cuerpo como un arma de lucha. Estoy preparado para enfrentar más y más inseguridad ciudadana.

Anónimo dijo...

Para mi agresor fue la única respuesta posible. Lo lamento. Estoy resuelto a bancármela. No haré justicia por mano propia. Sólo pido que a ese lo maten.

Anónimo dijo...

Mi esposa es muy inteligente y lo demuestra con su lengua viperina.

Anónimo dijo...

Un instinto desarrollado al 100% no deja lugar al deseo.
Mi marido es puro instinto, se vuelve un don Juan en primavera, el resto del año, receso.

Anónimo dijo...

En algunos estados de USA hay más armas que personas. Esta gente apuesta a la tecnología.

Anónimo dijo...

Mis necesidades psíquicas no están del todo colmadas, así que nadie se extrañe si pateo al perro.

Anónimo dijo...

Las mujeres que se me acercan siempre andan desesperadas por casarse. Ellas no interpretan como peligro sus insistentes propuestas. Aviso: soy una olla a presión...pero ellas igual insisten como abnegadas misioneras.

Anónimo dijo...

Unas nalgadas cuando follamos es más que justificable, se vuelve condenable cuando lo hace con el cinto. Esto último mi instinto lo califica de peligroso sin ninguna dificultad.

Anónimo dijo...

Nos resulta difícil entender la cabeza de un criminal violento. No es justificación en lo más mínimo, pero sería bueno tener en cuenta que ese tipo de personas no hace lo que quiere, sino lo que puede. Como todos nosotros. La diferencia está en las consecuencias: el criminal violento causa estragos a sus semejantes y a si mismo.

Anónimo dijo...

Muy buen articulo, estoy casi 100% de acuerdo contigo :)