miércoles, 13 de noviembre de 2013

Me divido para que me gobiernen

  
Creemos en el dualismo cartesiano, (estamos divididos en mente y cuerpo), porque los poderosos nos aplican la fórmula «divide y reinarás».

Andan por ahí dos frases que dicen lo mismo, aunque desde puntos de vista diferentes.

«Unidos venceremos», y

— «Divide y reinarás».

En ambos casos parecen tratarse de consignas pensadas y actuadas por quienes desean ser exitosos, tanto sea defendiéndose o atacando.

Como dicen lo mismo pero de manera diferente pueden usarse de forma complementaria, para reforzar el concepto. Por ejemplo, alguien puede decir: «Unámonos para intentar dividirlos».

Como se ve, anda por acá un refrán que dice: «La unión hace la fuerza».

Con este otro agregado alguien podría reafirmar dos veces su grito revolucionario, para lo cual diría: «Porque la unión hace la fuerza, unámonos e intentemos evitar que ellos se unan (intentemos dividirlos)».

Si todavía no se mareó con tantas frases, refranes y consignas, sigamos un poco más porque ahora viene lo verdaderamente importante de este artículo.

Con gran ingenuidad los seres humanos creemos estar compuestos por un cuerpo (material) más un espíritu (inmaterial). En jerga filosófica a esta creencia se le denomina dualismo cartesiano, porque fue René Descartes quien la propuso.

¿Por qué cree usted que este filósofo se hizo tan famoso? Mi respuesta es que se cumplió una regla infalible: triunfan quienes directa o indirectamente ayudan a los poderosos.

Todo haría indicar que la propuesta formulada por Descartes es errónea: somos una unidad humana y si tenemos pensamientos que parecen inmateriales es porque lo que sabemos sobre el cuerpo humano es demasiado poco.

En otras palabras: estamos unidos, somos de una sola pieza, los pensamientos son producciones orgánicas que aun no sabemos explicar, pero nos creemos divididos porque Descartes lo dijo y porque los poderosos que nos someten nos aplican la fórmula «divide y reinarás».

(Este es el Artículo Nº 2.079)


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