Somos buenos integrantes del mercado capitalista si
somos inmediatistas con baja tolerancia a la frustración.
En otro artículo (1) decía que
el «estímulo al placer inmediato beneficia el negocio bancario», y lo justificaba
diciendo que la baja tolerancia a la frustración nos convierte en personas
ansiosas, capaces de realizar compras compulsivas, con el dinero que tenemos y
con el que podemos pedir prestado.
Desde hace poco (cursa el mes
de noviembre de 2013), la Real Academia Española puso en la Web, para que todos
podamos consultarlo en línea, el Diccionario de Americanismos. En él
encontramos la siguiente definición:
Inmediatismo - ES, Cu, RD, Co, Ve, Ec, Pe, Bo,Py; Ch, cult → esm. Modo de pensar y actuar, irreflexivo y rápido, que
solo toma en cuenta los hechos más próximos.
Si aceptamos que al mercado
capitalista le conviene que seamos ansiosos y que practiquemos el inmediatismo, para que las ventas sean mayores, podemos comprender qué
estamos haciendo, por qué actuamos compulsivamente.
El inmediatismo, por ejemplo,
nos impide dedicarle mucho tiempo a cualquier trabajo intelectual que necesite
maduración. No podemos esperar a que el cerebro entienda y recuerde algo que
requiere más tiempo del que estamos dispuestos a utilizar.
Leer es una tarea que toma mucho
tiempo: mientras que una película podemos verla en noventa minutos, leer el
libro en que se basa puede tomarnos doce horas, interrumpidas por reiteradas
distracciones, que difícilmente nos ocurran en los noventa minutos de la
filmación.
Criar niños es un martirio para
quienes no pueden esperar a que el desarrollo neuro-muscular cumpla sus etapas.
Por lo tanto, los inmediatistas procurarán no tener hijos.
Estos breves artículos también
tienen en cuenta que resulta muy difícil mantener la atención por más de 300
palabras escritas y 4 minutos hablados.
¡Olvídese de cómo deberíamos ser
y concéntrese en cómo somos!
(Este es el Artículo Nº 2.068)
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