Algunas personas son radicalmente heterosexuales y homofóbicas o radicalmente homosexuales y heterofóbicas, fobia esta de la que nunca se habla.
La vida se siente cuando nos
sentimos bien... así hablamos coloquialmente. Y hago hincapié en ello
expresándolo de otra manera: me siento bien cuando me siento con energía, con
vitalidad, siento que vivo plenamente.
Algo similar ocurre cuando el
lenguaje habitual nos lleva a decir que nos sentimos mal. En este caso decimos
que nos duele algo pero sobre todo que carecemos de entusiasmo, de vitalidad,
de energía.
Aunque pensando racionalmente no
hay términos medios entre vivir y estar muerto, subjetivamente sentimos que sí
existen porque asociamos la cantidad de energía, voluntad, entusiasmo, alegría,
vitalidad con ‘tener mucha vida’.
Por lo tanto, aunque
racionalmente no hay términos medios entre vivir y morir, subjetivamente
consideramos que podemos sentir una gama muy amplia de estados de existencia,
desde la gran vitalidad al estado en el que casi no tenemos ganas ni de
respirar.
Entendemos bien cuando alguien
se lamenta diciendo «estoy medio muerto»...de cansancio, de aburrimiento, por la resaca
alcohólica.
Quienes creen que «querer es poder» también creen en el libre albedrío y
alivian su angustia existencial suponiendo que gobiernan su vida, sus estados
de ánimo y hasta la vitalidad disponible.
En este último intento se los observa representando a un personaje
enérgico, optimista, lleno de buen humor, hiperactivo.
Según creo están determinados para comportarse de esta forma y por eso
tampoco pueden evitar hacer dichos alardes. Sus cuerpo están diseñados para
teatralizar roles con ese carácter.
Para estas personas que funcionan ocultando los períodos de escasa
vitalidad, quizá sea imposible soportar la bisexualidad que nos caracteriza.
Esta falta de definición los vuelve radicalmente heterosexuales y
homofóbicos o radicalmente homosexuales y heterofóbicos, fobia esta de la que
nunca se habla.
(Este es el Artículo Nº 1.863)
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12 comentarios:
Sí, yo también doy por sentado que todos tenemos momentos de escasa vitalidad. Quien lo oculta o lo niega, miente o se miente.
Del mismo modo todos tenemos impulsos homo y hetero sexuales, sólo que aquí se nos impone con más fuerza ocultarlos frente a nosotros mismos - en primera instancia- y luego frente a los demás.
Desconfío de todo radicalismo.
Querer no es poder,
pero querer poder
ayuda a poder.
Estoy medio muerta; tan en el medio estoy que creo que jamás moriré.
Hay quienes que de tanta vida que tienen se vuelven insoportables.
Los homosexuales tenemos pocas posibilidades de ser heterofóbicos nos vemos obligados a tratar con ellos todo el tiempo.
Para tolerar al diferente es necesario haber sido diferente en algo, alguna vez...
Para tolerar al diferente es necesario haber sido diferente en algo, alguna vez...
En el videocomentario usted aclara que si nos ponemos estrictos no podemos hablar de homofobia ni de heterofobia. Las fobias se refieren a miedos específicos. Correspondería más la palabra odio para denominar este tipo de intolerancias referentes a la orientación sexual.
La vida no se siente
cuando todo nos resulta
indiferente.
¡Qué producción Nazareth! Hacete unos versitos con eso de las fobias.
La homofobia me delata
porque muy, muy pronto
me desacata.
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