jueves, 27 de agosto de 2009

Coitoterapia

En nuestra especie (como en tantas otras) los machos tenemos un esqueleto muscular más poderoso que las hembras. Tenemos mayor tamaño y fuerza.

Como nuestra supervivencia (alimentación y defensa) depende de la combinación de fuerza y agresividad, terminamos en que los varones tenemos más poder que las mujeres.

Estos datos son bastante objetivos (sin olvidarme de que las mujeres compensan su debilidad física con mayor resistencia al dolor, más intuición, más perspicacia, sutileza, seducción).

La que no es tan objetiva es la creencia de los varones del poder curativo del pene. En nuestras mentes masculinas existe la suposición de que muchas dolencias anímicas femeninas se curan teniendo relaciones heterosexuales.

Aunque esta creencia sea falsa, el dominio por la fuerza (bruta) masculino tiende a imponerse aún entre las propias mujeres.

La depresión es una enfermedad de ambos géneros pero ataca más a las mujeres (33% varones, 67% mujeres).

Además de lo que su nombre connota (sin presión, desinflado), esta alteración genera desgano, apatía, desinterés.

La fantasía masculina incluye que el movimiento que hace el pene erecto en la vagina, inflará a la mujer desinflada.

El origen de la depresión parece ser orgánico, depende en gran medida de una predisposición genética y estaría causado por un mal funcionamiento neuronal.

Sin embargo, la creencia masculina potenciada por una cierta aceptación femenina más el dato objetivo de que las mujeres deprimidas pierden el deseo sexual y que todos los deprimidos tienen fantasías de curación consistentes en escenarios amorosos, románticos, de paz y armonía, terminan formando la opinión de que la enfermedad se curaría si mejoraran los vínculos afectivos.

Hasta donde sé, todas éstas son creencias pero asumo que es muy gratificante suponer que el pene tiene poderes curativos mágicos.

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10 comentarios:

Arantcha dijo...

Salgo muy rápidamente de la morriña cuando algún mozalbete se las ingenia para colarse por debajo de mis pacatas negativas.

Manuela dijo...

Excelente idea la de cambiar el antidepresivo por un pene mágico!
Veré cómo se transforma la cara del psiquiatra cuando le plantee la sugerencia.

Fernanda Lema dijo...

No siempre los varones tuvieron más poder que las mujeres. El tema debe ser más complejo; no olvide que existieron los matriarcados.

María Aulladora dijo...

PLEGARIA DE UNA MUJER SOLA

Creo en los poderes todopoderosos del pene
creador del deseo y del orgasmo
de las cosquillas visibles
y las invisibles.
Creo en ti Señor
y te busco en las tinieblas.

la gordis dijo...

A mí no me inflan más ni en la fantasía! Me voy con las Pequeñas Hermanitas del Perpetuo Socorro.

Aríspides Mentón dijo...

¿¡De dónde sacó esto!? Cito: "todos los deprimidos tienen fantasías de curación consistentes en escenarios amorosos, románticos, de paz y armonía"
En mi caso, por lo pronto, cuando me imagino curado, me veo de traje y corbata, trabajando hasta altas horas de la noche y con un buen carro en la puerta.

María dijo...

No coincido con Aríspides y soy de las que ha comprobado que la depresión mejora creando buenos vínculos afectivos.

Eduardo dijo...

Ud mismo ha dicho que la palabra modifica la química del cerebro, así que es muy lógico pensar que el amor puesto en el hecho y en la palabra, la modifique también.

Harry Potter dijo...

A la hora de adquirir un pene mágico, no se confunda, recuerde que viene en forma de salchichón y no de varita.

Sarita dijo...

El pene tiene poderes curativos cuando va acompañado de un hombre.