jueves, 1 de diciembre de 2011

Sin «falo» no somos «amables»

«Falo» es el conjunto de atributos personales que nos convierten (a hombres o mujeres) en dignos de ser amados (amables).

En otro artículo (1) comenté que en nuestra cultura occidental y machista somos proclives a pensar que al conjunto de atributos valiosos de una persona se le denomina «falo», que «falo» significa pene y que, por lo tanto, los varones son más valiosos que las mujeres simplemente porque tenemos este apéndice eréctil que tanto amamos.

El incesto está prohibidísimo y no sabemos por qué, la Torre Eiffel es una montaña de chatarra pero pagamos miles de euros para conocerla, El Quijote es una novela de Cervantes que fue leída por una de cada mil personas que la consideran lo mejor de la literatura universal.

También es famosa entre los occidentales la idea freudiana denominada «complejo de castración».

Como corresponde a una interpretación literal, por «complejo de castración» suele entenderse el miedo masculino a que nos corten los testículos y talen el pene (emasculación), como forma extrema de castigar nuestras transgresiones.

Esta interpretación nos lleva a pensar que sólo los hombres cometemos delitos y de hecho las cárceles están llenas de varones más que de mujeres.

Si entendemos que «falo» no significa «pene», podemos entender que la terrible amenaza a la que estamos todos expuestos, no es otra cosa que la usada por los niños de más corta edad cuando en su furia paroxística nos amenazan con «no te quiero más».

Efectivamente, y recapitulando: al conjunto de virtudes que nos convierten en «amables» (dignos de amor), tales como la honestidad, la generosidad, la lealtad, le llamamos «falo» y si no demostramos tener estas virtudes, dejarán de amarnos porque no tenemos el «falo», nos considerarán «castrados», seremos inútiles como ciudadanos, vecinos, compañeros, amigos, cónyuges, independientemente de qué genital estemos provistos anatómicamente.

(1) «Falo» no significa pene

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8 comentarios:

Anónimo dijo...

Creo que el falo refiere al conjunto de atributos que hacen de una persona, un ser poderoso. Para ser exacto, no tienen por que entrar allí todos los atributos que hacen valiosa a una persona. Por ej., la honestidad podría quedar afuera, no sería un atributo fálico, tampoco la cortesía, el respeto, la delicadeza, la mesura.
Hacen al falo todas aquellas características humanas que hacen a una persona poderosa y fuerte: inteligencia, belleza, juventud, experiencia, fortaleza física, carácter decidido, valentía, seguridad.

Julián dijo...

Aunque de adultos sepamos que el miedo a la castración no tiene mucha razón de ser, seguimos temiendo porque sustituímos la realidad literal por su metáfora. Entonces tememos que nos roben el auto, tememos perder un hijo, le tememos al alzheimer.

Aldo dijo...

Quien más, quien menos, todos estamos medio castrados.

Valentina dijo...

Ese conjunto de atributos que nos convierte en seres dignos de amor, no son los mismos para todos. Cada cual cultiva los que puede y los que considera más valiosos.

Estela dijo...

Lo que creemos y lo que percibimos está en función de nuestro equilibrio mental. Aún dentro de la enfermedad psíquica buscamos esos equilibrios apelando a ideas delirantes. Cierto es que muchísimas veces nos descompensamos y nos convertimos en un problema para los que tenemos cerca. En nuestra sociedad parece haber sido útil organizarnos jerarquizando al varón por encima de la mujer.

Evaristo dijo...

Cortarle el cabello a una mujer, ha sido, en ocasiones, una manera de castigarla, y podríamos decir, de castrarla.

Magdalena dijo...

Unos nos pasamos la vida tratando de entender por qué las cosas son como son, y a otros no les importa en lo más mínimo.

Eduardo dijo...

Si nuestra única misión es conservar la especie, y esa tarea ha sido encomendada fundamentalmente a las mujeres, no se entiende por qué ellas están relegadas.