Los varones tenemos una baja participación biológica en la conservación de la especie pero la cultura nos obsequia un rol protagónico.
La salud mental de un adulto depende del vínculo que tuvo con sus padres.
En otro artículo (1) les contaba que la figura paterna (imagen psíquica que todos tenemos y que condensa varias características que observamos o imaginamos de nuestro padre biológico) contiene ese conjunto de normas que tenemos que cumplir en contra de nuestra voluntad para que los demás nos acepten y no nos castiguen: portarnos bien, respetar las normas (leyes), ser educados, más una interminable lista de molestias.
También les dije en otro lado (2) que el padre es quien interviene para que los cuidados maternos disminuyan prematuramente pues este señor pretende recuperar a su mujer lo antes posible para saciar sus deseos carnales.
Sin embargo vale la pena dudar de que todo esto sea así.
Anteriormente he comentado (3) que en nuestra especie es la hembra la que determina cuándo copular, si bien no posee un período de celo como las demás hembras de otras especies mamíferas.
También he dicho (4) que la naturaleza ha sobrecargado a las hembras en compromiso biológico para conservar la especie, mientras que los machos tenemos que ser presionados por la cultura para que seamos más colaboradores.
Todos estos hechos, observados con la incorporación de los comentarios precedentes, pueden llevarnos a pensar que es la mujer la que utiliza al varón para ser fecundada, también para que él haga los trabajos pesados del hogar (acarreos, reparaciones, disciplinar a los hijos) y para que figure ante estos como quien comete la maldad de privarlos de la madre por razones egoístas, eróticas, lascivas.
Los niños creemos que fue papá quien nos dejó sin mamá porque no admitiríamos que la teníamos cansada.
1) La oposición de intereses bajo control
2) Protegerse dentro de una idea fija
3) La violación metafórica
4) El embarazo de ambos sexo
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12 comentarios:
Es cierto que siendo niños éramos incapaces de admitir que por momentos teníamos hartas a nuestras madres.
Pensándolo bien, creo que de adultos tampoco.
Se ve que el padre no está interviniendo mucho, porque los cuidados maternos no cesan nunca.
Siempre supe que era el varón el que usaba a la mujer.
Creo que los hombres siempre tuvieron un rol protagónico en la conservación de la especie, por su fortaleza física.
Cuando dice que la salud mental del adulto depende del vínculo que tuvo con sus padres, imagino que se refiere a que haya sido un vínculo adecuado, más allá de que fuera bueno o malo. Lo que no tengo claro es qué elementos hacen del vínculo entre el niño y sus padres, un vínculo adecuado.
Ser educado cada vez requiere menos esfuerzo.
Una obligación es todo aquello que debe hacerse de una manera preestablecida, aquello que se determina más allá de nuestras dificultades personales o aún de nuestras carencias como especie. Por lo tanto el padre viene a representar todo lo que genera ese inevitable "malestar en la cultura" del que hablaba Freud.
Estamos acostumbrados, nosotros tenemos la culpa. Si gobernamos porque gobernamos y si no lo hacemos por irresponsables.
Usted está planteando que el padre/hombre proveedor interviene para separar a madre e hijo, porque la mujer misma se lo solicita.
Las madres toman distancia porque necesitan volver a ocuparse de ellas mismas.
Lo que imaginemos de nuestro padre biológico estará determinado, en parte, por la organización social a la que pertenecemos.
Las mujeres también son presionadas por la cultura para cumplir el rol que se les tiene asignado.
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