miércoles, 14 de diciembre de 2011

Los primeros aprendizajes

Los seres humanos inventamos guiones que relatan nuestra existencia (1) y consumimos cuentos infantiles para enriquecerlos, absorber tradiciones, nutrirnos con enseñanzas y criterios morales.

Repasemos datos básicos:

— Caperucita Roja quiere visitar a su abuela que vive del otro lado del bosque.
— La madre le dice que tenga mucho cuidado con el Lobo Feroz.
— La niña va de todos modos, el maligno animal la engaña y la come.

Veamos qué podemos suponer que nuestro inconsciente opina hoy sobre esta historia que todos hemos recibido durante la niñez.

— La niña no se viste para pasar desapercibida (camuflada con los colores del bosque), sino que utiliza un ropaje para llamar la atención.

— Simbólicamente, el color rojo significa peligro y pasión sanguínea.

— El árbol clásicamente simboliza al ser humano. Por lo tanto el bosque simboliza la sociedad. En el relato, la madre le dice (y nos dice a todos los lectores): «Ten cuidado con la sociedad porque es peligrosa», lo cual es un poco cierto pero como recomendación para un niño, pudo generarnos un recelo exacerbado a los adultos que hoy vivimos con una sensación de inseguridad que las estadísticas «apagan con nafta».

— No es muy sutil la sugerencia de que el varón (el lobo) es un bicho peligroso. Las niñas que escuchan estas enseñanzas pueden formarse una idea bastante negativa del sexo opuesto y observen esto: el varón tiene un rol tradicional de proveedor. Si «ella» piensa que «él» es peligroso, en muchos casos él, con mentalidad proveedora, tratará inconscientemente de no defraudarla.

— Muchos lectores de «la caperucita roja que fue comida por un lobo», tienen como mascota, aún en su vivienda de 25 metros cuadrados, un lobo, es decir, un perro dotado del mismo ADN del lobo. ¿Querrán dormir con «el enemigo»?

(Llegué a las 300 palabras: le concedo la reflexión final).

(1) Nuestra novela y nuestro protagonismo

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13 comentarios:

Rosa dijo...

¡Basta de celos hacia mi marido!
(ahora me dio miedo de que no quiera defraudarme)

Natalia dijo...

De pronto tener un perro leal y cariñoso, es tranquilizador.

Laura dijo...

La niña es un cachorro humano y es agredida por un lobo adulto. Pero el mensaje no parece ser "ojo con los hombres, son todos pederastas". La adultez del lobo puede simbolizar la superioridad física del hombre sobre la mujer. Caperucita es una niña, ya que es débil y está desprotegida frente al lobo.

Filisbino dijo...

Capaz que la jugada inconsciente de Rosa es: dejémosle que me engañe, así yo tengo piedra libre para engañarlo a él.

Yoel dijo...

El lobo no ladra, aúlla. Nosotros tenemos perros porque "perro que ladra no muerde".

Mariana dijo...

La mujer (Caperucita) estaría teniendo una actitud ambivalente hacia el hombre (lobo). Por un lado llama su atención ("histeriquea")destacándose con su vestimenta y su actitud apasionada. Por otro lado necesita ser rescatada por la ley, ya que de lo contrario muere.
Es habitual que la mujer coquetee, poniendo en riesgo la seguridad que le brinda el hogar constituído. La sociedad debe ser muy dura con ella, incluso calificándola de puta, para que no ceda a la tentación, ya que de ese modo provocaría, supuestamente, su muerte social y la desprotección de sus hijos.

Tiago dijo...

La madre de Caperucita, una mujer experimentada, le advierte de los peligros que encontrará en el mundo adulto. Resulta que el peligro con el que se encuentra es el sexo heterosexual. Entonces ¿porque siguen formando pareja con hombres? Podrían tener hijos y luego continuar viviendo con otras mujeres. De hecho esta opción es la predominante entre las mujeres más pobres. Pero la cosa se complica porque acá nos encontramos con las dificultades que genera la ausencia de figura paterna.

Enrique dijo...

El cuento de Caperucita es terrorífico, pero a mí siempre me asustó más el de Blancanieves. La jóven corre peligro de muerte a causa de la envidia que siente por ella su madre. Esta madre es tan poco continentadora que no le ha permitido crecer en su vientre (es madre adoptiva) y se ha alejado definitivamente de ella (está muerta). Esta falta de amor intenta ser reparada por un hombre que le promete una vida perfecta (el príncipe), que la ilusiona negándole la realidad. Ella compra la historia porque está sola (una decena de hermanos-hijos -los enanitos- no alcanzan para que pueda sentirse completa como mujer).
Otra vez la mujer es la víctima. Tanto en este cuento como en el de Caperucita, el género femenino es engañado y perjudicado. ¿Cuándo cambiaremos de paradigma?

Javier dijo...

Lo que aprendimos del cuento de Caperucita es que no conviene visitar a la abuela. Y ahí la tenemos, olvidada en el residencial.

Lola dijo...

¡Por favor! Me causa risa la ferocidad de los hombres.

la gordis dijo...

Para no ser una loba feroz, tengo que comerme todo lo que está a mi alcance.

Óscar dijo...

Las enseñanzas que nos nutren, determinan en buena medida nuestras decisiones.

Hugo dijo...

Los criterios morales son más estables en el tiempo de lo que a simple vista parece.