sábado, 10 de diciembre de 2011

La ortografía es antidemocrática

Existe una corriente simplificadora para democratizar ciertos beneficios pero la Real Academia Española no hace nada para democratizar el principal patrimonio cultural: el lenguaje.

No es nada sencillo conducir un automóvil en las densas calles de las ciudades más populosas.

Todos los involucrados hacen lo posible para que el acceso a la conducción de automóviles sea lo más popular posible: los fabricantes de vehículos, los ingenieros civiles que diseñan las calles y los expertos en señales de tránsito, parecen trabajar mancomunados para que puedan conducir su automóvil la mayor cantidad de ciudadanos.

Por su parte la industria informática hace algo similar demostrando estar guiada por el mismo espíritu democrático.

Los programas (software) cada vez requieren menos conocimientos especializados de los usuarios.

Hasta no hace mucho, para utilizar una computadora era preciso hacer cursos de varios meses de duración, sin embargo actualmente más personas le han perdido aquel terror de los primeros tiempos en los que los recién llegados temían apretar una tecla equivocada y modificar la dinámica del sistema solar.

El mercantilismo capitalista, con tal de optimizar su rentabilidad, se esfuerza para que exista una sola clase social: la de los consumidores.

Aunque ideológicamente parece ubicado en las antípodas del socialismo, el capitalismo aplica toda su energía en mejorar la calidad de compra de los potenciales clientes.

Más aún, a diferencia del socialismo, que tiende a igualar las posibilidades hacia abajo (tratando de quitarle a quienes más tienen para dárle a quienes menos tienen), el mercantilismo capitalista busca la forma de que todos tengan más: capacidad de compra, deseos, necesidades, deudas, envidia, estrés.

Observe esto: La Real Academia Española no hace nada para simplificar el idioma, generando de esta forma dos clases sociales respecto al dominio de la ortografía: unos pocos pueden con ella y una mayoría solo pueden abandonarla.

●●●

9 comentarios:

Natalia dijo...

Lo que pasa es que no se trata de cualquier academia. Es la Real Academia, por lo tanto debe manejarse con criterios exclusivos.

Javier dijo...

Los únicos que hemos obtenido resultados concretos en cuanto a que se toleren las faltas de ortografía, hemos sido los disléxicos.

Avril dijo...

Promueven la accesibilidad, el acceso universal para quienes tienen dificultades motrices. Se procura que puedan utilizar el transporte colectivo, ingresar sin dificultades a los edificios públicos, etc.
Otras forma de accesibilidad son las que se refieren a la posibilidad de conseguir empleo. Ahí aparece la necesidad de un buen manejo del lenguaje, incluída la correcta ortografía. Ahora tenemos los correctores ortográficos en la compu, y ese tema ya no es tan complicado. En cuanto a los apoyos que cierto sector de la población necesita para conseguir y conservar un empleo, hay mucha gente trabajando de manera organizada para colaborar en ese sentido.
Todo ba biento en popa.

Lucía dijo...

Basta de Real Academia! de ahora en adelante Congreso Popular de Letras!

Nelson dijo...

Todo lo que es antidemocrático yo me lo meto en el mismo lugar que antecede a la grafía.

Rulo dijo...

El Nelson ya no debe tener espacio.

Marcos dijo...

Y bueno, la ortografía es una molestia más de esas que nos ayudan a sobrevivir.

Nora dijo...

Para no tener faltas hay que aprenderse las reglas ortográficas. La otra posibilidad es leer mucho y aprender gracias a la memoria visual.

Damián dijo...

Todos mis amigos escriben sin faltas, por eso yo me esfuerzo. Si fuera al revés no me importaría.