jueves, 24 de noviembre de 2011

Un gobernante necesita mentir

La educación del pueblo JAMÁS será favorecida por los gobernantes pues estos dependen de la ignorancia popular.

Intentemos ser buenos, considerados, generosos, aunque más no sea por unos instantes.

Les pido esta excepción para comprender a nuestros gobernantes con más benevolencia, ponderación, AMOR.

Ellos son personas tan esclavas de su vocación de poder que acaban convirtiéndose en cautivas.

El fenómeno es semejante al carcelero, quien por ser excesivamente celoso de su función, termina tan encerrado como los mismos reclusos que están ahí cumpliendo una condena, pagando una deuda con la sociedad.

Los gobernantes de una república democrática que los elige por voto secreto y universal (sin excluidos), tienen que realizar la imposible tarea de tomar decisiones antipáticas sin enojar a los votantes... algo tan difícil como atarse los cordones de los zapatos sin dejar de correr.

Como la misión a realizar es imposible, forzosamente tienen que valerse de la mentira, el doble discurso, la hipocresía.

Si les pedí generosidad extrema en el primer párrafo fue porque ellos tienen que utilizar recursos extremos para realizar una tarea extremadamente compleja.

Pero como distorsionando algunos datos, utilizando eufemismos y ocultando información, no es suficiente, tienen que tomar medidas, que si fueran divulgadas, serían neciamente repudiadas por los electores y posteriormente castigadas votando al partido opositor.

Pongo un sólo ejemplo aunque enorme e importantísimo.

Un gobernante debe decir que hará hasta lo imposible para que los ciudadanos sean «tan ilustrados como valientes».

Esta expresión de deseo merece ser esculpida sobre la roca, ocupar la primera plana de los diarios, entronizar a quien la formule, pero en los hechos estará condenada al fracaso porque un gobernante JAMÁS agregará dificultades a su tarea imposible, permitiendo que los gobernados piensen por sí mismos, razonen, estén informados y mucho menos que sean tan valientes como para derrocarlo.

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9 comentarios:

Germán dijo...

Es así Mieres. Por eso es una rareza escuchar una autocrítica pública de un político.

Rosana dijo...

Ud tiene razón pero también está equivocado. Las naciones que han obtenido resultados auspiciosos en educación, sin duda han hecho mucho, a través de sus gobernantes, para que eso sucediera. Aunque nunca hacen todo. En eso estoy de acuerdo. El límite que tienen es el mismo que tenemos todos nosotros, cuando buscamos agradar a los demás, mostrar lo mejor de nosotros mismos, hacer lo posible por ser queridos.

Lola dijo...

Yo podría tomar decisiones antipáticas sin tener costos políticos. Alcanzaría con que cruzara y descruzara mis piernas. (Los que me conocen saben de qué hablo)

Sandra39 dijo...

Podrían hacerlo, porque los resultados de la tarea educativa se ven a largo plazo. Para ese entonces (40 años después), ya no van a estar gobernando.

Fulgencio dijo...

Yo era muy valiente... hasta que me ilustraron.

Elbio dijo...

Encuentro una simetría interesante: un mentiroso necesita gobernar. Porque a menudo mentimos para controlar la realidad y administrarla a nuestro antojo.

Alicia dijo...

Los políticos siguen sin entender que la ignorancia seguirá campeando mientras no nos conozcamos a nosotros mismos. En las instituciones educativas se necesitan psicólogos para prevenir enfermedades, encontrar mejores métodos de enseñanza, ayudar a los niños y a las familias que lo requieran PERO SOBRE TODO se necesitan psicólogos para que el niño adquiera el hábito de autopercibirse, autoevaluarse, comprenderse.

Carolina dijo...

Usted no pide excepciones, Doc.

Filisbino dijo...

La vocación de poder te genera las molestias necesarias como para que muevas cielo y tierra por llegar a la cumbre.