lunes, 21 de noviembre de 2011

El último examen para ser psicoanalista

No podrá ser psicoanalista quien suponga que los demás son idénticos a él.

Es cierto que casi todo el mundo tiene un talento natural para ser psicoanalista sin estudiar demasiado, pero el punto más débil que tiene esa mayoría lo explicaré con un ejemplo que puede servir a muchos.

Imaginemos que existe un señor Volvo (vehículo de origen sueco) y un señor Fiat (vehículo de origen italiano).

Ambos (señores) vehículos funcionan aplicando criterios de la mecánica automotriz, sin embargo tienen algunas variantes.

En este ejemplo supondré que uno y otro «señor» saben mucho de mecánica automotriz (así como casi todos sabemos mucho de psicología como para ser psicoanalistas).

El señor Fiat (paciente) se siente mal, está cansado, anda muy despacio, consume mucho combustible y va a visitar al señor Volvo (psicoanalista) para contarle lo mal que se siente y con la esperanza de recibir alguna idea que lo pueda ayudar (reparar).

El señor Volvo (psicoanalista) puede aplicar dos criterios básicos:

1) puede entender que el señor Fiat es idéntico a él (Volvo = Fiat) o

2) puede pensar que el señor Fiat funciona con criterios de mecánica automotriz pero que en muchos aspectos es básicamente distinto (Volvo similar a Fiat).

………

1) Si el señor Volvo escucha (atiende) al consultante Fiat suponiendo que ambos son idénticos, lo interpretará y le dará soluciones para Volvo;

2) Si el señor Volvo escucha (atiende) al consultante Fiat suponiendo que Fiat es un ejemplar único (singularidad del paciente), tendrá que hacer un esfuerzo mucho mayor pero terminará interpretando a Fiat sin olvidarse que es Fiat, que no es Volvo, que Fiat utiliza repuestos diferentes a los que utiliza Volvo (por su forma, tamaño, material).

En lo que falla la mayoría de los psicoanalistas innatos, es en que suponen que todos somos idénticos a él.

Artículos vinculados:

La mecánica de la psiquis
Metáfora de un tratamiento psicoanalítico

●●●

11 comentarios:

Adriana dijo...

Claro! Lo que ud dice es que la diferencia entre el consejo que te puede dar un amigo y la devolución de un psicoanalista, está en que el amigo opinará segun SU propio leal saber y entender, mientras que el psicoanalista intentará devolverle al paciente la visión que él tiene sobre si mismo, para problematizarla, analizarla. Paciente y psicoanalista juntos, pero con el claro protagonismo del paciente.

Valeria dijo...

Es cierto que las parejas a menudo tienen muchas cosas en común. A veces dos personas se gustan, simplemente porque se parecen. Lo que casi nunca tienen en cuenta es que aunque vivan bajo un mismo techo, no pueden vivir bajo las mismas reglas. Son personas diferentes. Claro que hay asuntos que son parejos para los dos; sería muy enojoso que uno fuera a trabajar todos los días y el otro se dedicara a pasear por la rambla. Pero en muchas cosas son distintos y tendrían que aceptarlo. Uno puede ser obsesivamente ordenado y el otro no, uno puede amar el chocolate y el otro brotarse con media tableta... y ustedes podrán imaginarse la infinidad de ejemplos que podríamos poner.

Anónimo dijo...

El último exámen para ser psicoanalista no lo di porque no me animé.

Lautaro dijo...

Nadie tendría que avergonzarse por reconocer sus propios límites; sus debilidades y sus fortalezas.

Álex dijo...

Qué vivo! Al Volvo lo puso de psicoanalista.
Sabe una cosa: yo soy paciente y soy Volvo. Y jamás iría a un psicoanalista Fiat.

Alejandra dijo...

Esto tendría que leerlo mi tía, que se la pasa opinando y aconsejando a todo el mundo.

Oliverio dijo...

Por eso lo mejor es que las soluciones las encuentre uno. Con la ayuda del psicoanalista, de los amigos, del cura y todo lo que sea, pero el encuentro tiene que ser personal.

Mariana dijo...

Es tan evidente que todos somos distintos!
Y cuánto nos cuesta aceptarlo.

Anónimo dijo...

Como algunas personas tienen la idea de que cualquiera puede ser psicoanalista; que lo único necesario es tener sentido común y un poco de paciencia... por pensar esa barbaridad es que también piensan que no deberíamos cobrar.

Luciano dijo...

Todos los que estamos en el mundo algún daño hacemos. Sea queriendo o sea sin querer. Por eso nos hace tanto bien a todos, poder reparar.

Nicolás dijo...

Tuve que aprender psicología a los golpes, para sobrevivir como único varón en una familia con 7 hermanas.