viernes, 4 de noviembre de 2011

No es sabio regalar nuestras críticas

El egoísmo puede ser aplicado para aprovechar el valor de las críticas recibidas y para administrar mejor las entregadas.

Soy consciente de que muchas veces hago apología del egoísmo (1) y en este artículo también la haré, no para comentar que es inevitable sino para mostrar un punto de vista algo diferente a lo que suelo decir.

El afán de criticar las cosas hechas por los demás nos perjudica por no aplicar nuestro egoísmo en beneficio propio.

El placer por señalar errores no parece generoso cuando los destinatarios del señalamiento tampoco se aprovechan de esa observación.

Me explicaré de otra forma:

El asesoramiento es algo costoso y, algunas veces, muy costoso.

Si concurrimos a un experto para que nos evalúe un cierto producto, diseño, sabor, condiciones sanitarias, estado de conservación, nos dará un buen servicio si nos dice qué está bien y qué puede ser mejorado.

Si concurrimos a un médico porque nos preocupa algún cambio corporal, este nos dará un buen servicio si descubre qué no está bien para poder curarlo.

Si concurrimos a un instituto de enseñanza para capacitarnos en algo que necesitamos saber, este nos dará un buen servicio si nos hace saber qué ignoramos, en qué estamos equivocados y cómo deberemos pensar de ahí en más.

Una crítica suele consistir en una información por la que no hemos consultado aún, a quien no le hemos hecho ninguna pregunta, en un momento que puede o no ser el oportuno.

En suma: las críticas suelen ser valiosas si sabemos aprovecharlas egoístamente, si evitamos distraernos con nuestra reacción infantil de baja tolerancia a la frustración o a la crítica.

A su vez, cuando entregamos gratuitamente una crítica, no sólo estamos siendo comedidos, inoportunos, despilfarrando nuestros conocimientos sino que muy probablemente recibamos a cambio un rechazo que podría haberse evitado.

(1) Comprender equivale a legislar
La justicia y el egoísmo
El egoísmo del amor

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12 comentarios:

Yoel dijo...

Las críticas se cobran; así como se cobra una sesión de psicoanálisis. Bueno, no siempre se cobran tan bien.

el oriental dijo...

Criticar gratuitamente es el deporte nacional.

Leticia dijo...

No entiendo qué sería aprovechar egoístamente una crítica.

Sandra39 dijo...

A veces las críticas vienen porque no te entendieron, o te entendieron mal o porque suponen que no sabés algo que en realidad tenés claro. Sin ir más lejos me pasó ayer con Diego Martínez, quien criticó un comentario mío (que puse en "El dinero y la pobreza patológica" del día de ayer) dando por supuesto que yo me consideraba una persona no explotadora. En realidad dije que mi hebra explotadora había que buscarla porque estaba más escondida que en otras personas. Porque no me van a negar que unos son más explotadores que otros. Decir que la culpa es de todos termina diluyendo las responsabilidades. A eso me refería; de pronto me expliqué mal. Pero no se le puede decir a una persona que no se conoce que le falta autocrítica y autoconocimiento. En todo caso, a todos nos falta, porque siempre podremos autocriticarnos y conocernos más y mejor.

Norton dijo...

Elegir el momento adecuado para la crítica es importante. No es bueno criticar en caliente.

Maruja dijo...

De qué sirve una crítica dirigida a una persona que no está presente? Puede servir a fines pedagógicos, pero en general sirve para destilar odio.

Irene dijo...

Los niños pueden ser muy crueles con sus críticas; sobre todo cuando estas van dirigidas a sus padres.

Ma. Eugenia dijo...

Qué es administrar con egoísmo las críticas que se entregan?

Florencia dijo...

A veces uno hace una crítica constructiva con la buena intención de que al otro le sirva para algo, y es rechazada de plano. Es como rebotar contra una pared.

Nora dijo...

Hay que ver si el otro puede hacer algo con la crítica.
La otra vez le dije a un amigo, "vos no tenés nada dulce en tu casa... y eso que sabés cómo me gustan las cosas dulces".
Después me enteré que mi amigo era diabético.

Diana dijo...

Muchas veces ud usa las palabras con un significado que no es el que le damos habitualmente. Creo que por eso me cuesta entenderlo. En este artículo me parece que está usando la palabra egoísta con un matiz diferente al común. Cuando dice egoísta está diciendo "para el propio beneficio", lo cual no implica "en contra del beneficio de los demás".

Álvaro dijo...

Hay que manejar un equilibrio y dosificar bien, las críticas que se le hacen a los niños. Cuando son pequeños necesitan que confiemos en ellos. Necesitan seguridad, por eso las críticas tienen que tener un tono muy afectuoso y hasta diría juguetón.