Las parejas que se forman sin proyecto reproductivo deben hacer contratos con cláusulas especiales.
Por mi edad (67 años en 2011), estoy especialmente vinculado con personas de mi franja etaria. Con ellas no solamente compartimos códigos de comunicación sino también vivencias familiares y corporales.
A nivel profesional dialogan conmigo personas mayores de treinta años, quizá porque imaginan que sé mucho por experiencia propia, lo cual es un poco cierto.
Finalmente, como la mayoría de los internautas son muy jóvenes, trato de escribir para personas mayores de quince años, lo cual no siempre logro.
Con todos ustedes comparto una idea que puede interesar a varios.
— La pareja humana está instintivamente necesitada de reproducirse.
— Esta tarea está pésimamente mal repartida por la naturaleza pues la mujer soporta mucho más de la mitad del esfuerzo y de la responsabilidad.
— El varón, insisto, por naturaleza no tiene mucho interés en procrear excepto por el placer sexual que disfruta en el coito.
— Las sociedades hemos tratado de estimular y coaccionar al varón para que ayude a la mujer y lo hacemos de una manera ineficiente: tan solo le concedemos el honor de que los hijos lleven su apellido antes que el de la madre a cambio de que provea, proteja y sea monógamo.
— Esta mala solución (concederle al varón el honor de poner su apellido a los hijos), tiene los resultados observados: ellos no se involucran, son infieles, omisos, excepto algunos casos dignos de aplauso.
— Extrañamente, cuando la mujer da por terminada su etapa reproductiva, sigue esperando encontrar hombres proveedores, protectores y monógamos, siendo que aquellas escasas compensaciones (apellidar a la prole), estarán ausentes.
En suma: cuando varones y mujeres desean unirse, asociarse, apoyarse mutuamente, el dato fundamental para redactar el contrato es determinar si ella fecundará hijos con el apellido de él o no.
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7 comentarios:
No veo motivos para que un hombre se case si tiene poco interés en tener hijos.
Estoy de acuerdo con Luciana. Creo que ud parte de una premisa falsa.
Los hombres desean tener hijos, lo que no desean, algunos de ellos, es ocuparse de los niños.
Las mujeres desean igual que los hombres tener hijos. Igual no, un poco más que los hombres, porque los hijos le dan valor social a la mujer. Por esta misma razón es que se ven más inclinadas a cuidarlos.
Cuando no hay hijos de por medio, el hombre puede encontrar placer en ser protector y proveedor, por la sensación de poder, de fortaleza, que esto le confiere.
Los hombres que acceden a ser protectores, proveedores y monógamos con una mujer, tienen una motivación importante: no perder a esa mujer. Quizás yo suponga eso porque soy mujer y lo vivo de ese modo. Capáz que le estoy atribuyendo al hombre necesidades que son femeninas.
No veo por qué el dato fundamental para que un hombre y una mujer formen pareja, sea el de si tendrán o no hijos. Si apellidar a la prole es una compensación escasa, no va a tener fuerza en la negociación.
Los varones y las mujeres desean unirse porque se gustan, y el dato fundamental es cuan importantes son el uno para el otro, ya que esto determinará el empeño que se ponga en cuidar la relación.
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