viernes, 18 de noviembre de 2011

Conocer y comprender para vivir mejor

Es posible pensar que muchos malestares están causados por no entender cómo funciona la naturaleza y nosotros dentro de ella.

En otro artículos (1) les decía que los achaques de la vejez no necesariamente deben tener por causa el deterioro orgánico que suponemos en esa etapa de la vida, sino que esa mayor cantidad de molestias son la reacción automática ante un cuerpo que reacciona menos.

Si esto fuera así, entonces podemos decir que el cuerpo anciano necesita sufrir más porque reacciona menos, porque los dolores son estímulos y un cuerpo de adulto mayor necesita dosis mayores de estímulos para seguir conservando el fenómeno vida (2).

Ocurre algo similar con las máquinas: después de mucho uso, consumen más energía, funcionan más lentamente y precisan reparaciones más frecuentes.

Y abuso yéndome un poco más por la ramas para agregar algo antes de que me olvide: no es que los humanos somos como las máquinas sino que las máquinas son creaciones humanas que intentan copiar funciones anatómicas.

Si aceptamos la hipótesis según la cual los malestares propios de la vejez ocurren porque la naturaleza aplica las dosis de dolor necesarias para que el fenómeno vida no se interrumpa, podemos deducir de esa hipótesis que las personas que padecen una mala calidad de vida sufren porque su organismo (incluida la psiquis), no tiene un buen desempeño, está funcionando mal, consume demasiado energía para hacer lo mismo que otro haría cansándose menos.

Consumen más energía tanto para trabajar, como para sobrevivir, como para cualquier otro desempeño.

En esta línea es posible pensar que una persona que conozca lo suficiente de la naturaleza, de lo que es vivir, porque ha tenido la suerte de enterarse, asimilar y comprender, vive con mejor calidad de vida.

Sólo conociendo la naturaleza (¡incluyéndonos, por supuesto!), podemos vivir mejor.

(1) Los estímulos para la vejez
(2) Blog sobre el «fenómeno vida» 

●●●

13 comentarios:

Alicia dijo...

He observado que con frecuencia las personas con más conflictos psíquicos, se agotan realizando tareas que las personas en general realizan de manera automática. Pequeñas tareas cotidianas como lavar la vajilla, bañarse, ir de compras al almacen, viajar en colectivo, etc, etc, implican un gran esfuerzo. Por qué? Pues porque hay que organizar secuencias para realizar estas tareas, y no pueden organizarse si el pensamiento está desordenado, repartido entre la observación del mundo exterior y el mundo interior. Tampoco es sencillo si se instalan en nosotros ideas persecutorias, si creemos que otros concentran su atención en hacernos daño o robarnos la intimidad.

Álvaro dijo...

Una cosa que agota mucho es darle demasiado importancia a la opinión de los demás. No sentirnos con la libertad de hacer lo que deseamos.

Chapita dijo...

Mi siquiatra me dijo que puedo trabajar pocas horas y en un trabajo protegido, donde haya médicos y psicólogos. Pero en esos trabajos me pagan sólo $ 4.000, y la pensión por discapacidad no me la dan porque no llego al porcentaje de discapacidad que debería tener. Igual yo insisto todos los años a ver si me dan la pensión, porque serían $ 4.000 más, pero por más que les diga estupideces parece que se dan cuenta y no quieren dármela. Se ve que cara de loco ya no tengo.

Fulgencio dijo...

La verdad es que tuve la suerte de conocer la naturaleza, porque aprendí desde chico que el hombre tiene que matar para vivir. Cuando no había para comer en casa, yo me iba con la escopeta al monte, aunque era un niño, y traía lo que cazara, mulita, perdiz, paloma. Y la Mama siempre me sonreía y se ponía a cantar cuando hacía el puchero.

Aldo dijo...

Para no consumir tanta energía hay que aprender a confiar en la gente que se lo merece, y delegar tareas.

Ma. Eugenia dijo...

Cómo es eso de responder menos a los estímulos?

Marcos dijo...

Cuando estoy en mi apartamento, la única naturaleza soy yo; y ni así me entiendo

Brenda dijo...

Las personas nos deterioramos con el tiempo. Desde que nacemos empezamos a envejecer; cierto que al principio lo que más hacemos es crecer, pero algunos órganos empiezan a deteriorarse ya en la infancia.

Roque dijo...

Los ancianos nos cansamos más y eso no nos estimula; todo lo contrario.

Susana dijo...

Con los años vas acumulando heridas, frustraciones, desengaños... pero también aprendés a disfrutar mucho más de cosas tan simples como observar crecer una planta, ver reír a tus hijos, escuchar buena música.
Si entendemos y aceptamos las dificultades naturales del vivir, podremos evitar convertirnos en unos viejos quejosos.

Facundo Negri dijo...

Y cómo nos olvidamos de todo lo que sufrimos en la infancia y la juventud!

Olegario dijo...

Nunca vaya a repararse al médico. Le dirá que invierta en su viejo auto hasta que parezca un auto nuevo. Seguro que ni el médico cree posible esa hazaña.

andy dijo...

yo creo que si enfrentamos los problemas naturales que abeses somos nosotros viviremos y envejeceremos mejor sin nesesidad de medicos