martes, 31 de agosto de 2010

Devuélvele eso para que me lo preste

De quien les hablaré, no hay referencias en Wikipedia, pero tengo datos fidedignos de que conoció a Napoleón Bonaparte (1769-1821).

Este tampoco es un dato muy interesante, si consideramos que Napoleón fue un militar francés, que hizo lo que Adolf Hitler no pudo: conquistó por las armas a casi toda Europa. Más aún: la gobernó durante casi una década.

Digo que no es un dato interesante porque un militar con ese perfil, es conocido por mucha gente. Lo que quise decir es que mi ignoto personaje fue conocido por Napoleón. Creo inclusive que sabía cómo se llamaba, cosa que yo ahora no recuerdo.

Este célebre señor NN, era muy generoso y disciplinado. Gustaba ayudar financieramente a los artistas, pero era muy riguroso en la devolución de los préstamos que hacía.

Sabido es que, en su afán de enaltecer el espíritu de la humanidad, los artistas suelen ser descuidados con todo lo que no sea espíritu, aunque de comer se trate.

NN, accedía con facilidad a la concesión de sus ayudas económicas y había creado una red (con muchos menos integrantes que Facebook), para asegurar la supervivencia del solidario emprendimiento.

Efectivamente, enviaba al solicitante a que se contactara con algún deudor moroso, para que gestionara el cobro y, de paso, tomara para sí (en calidad de préstamo), lo que pudiera cobrarle.

Nuestro banquero anónimo, alentaba con entusiasmo a los que pedían ayuda, para que exigieran con rigor a quienes habían excedido el plazo de devolución.

De esa forma, de ellos dependía que resolvieran la angustia económica; el deudor moroso se veía presionado por alguien tan apremiado como él por la escasez económica y el banquero, se lavaba las manos en ese rol tan antipático como es, cometer la insolencia de exigir una devolución a quienes no comprenden qué significa «prestar».

Nota: la imagen, es un autorretrato del pintor inglés Robert Oscar Lenkiewicz (1941–2002).

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9 comentarios:

Margarita dijo...

Qué metodo de cobranza más interesante!

Maruja dijo...

Hay que animarse a prestarle dinero a personas con la carucha del pintor ese.

Javier dijo...

Creo que son pocas las personas que pueden decir que prestan dinero a amigos y parientes con total tranquilidad.

Chapita dijo...

Los banqueros anónimos nunca firman los bancos de las plazas.

Ernesto dijo...

Yo me lavo las manos después de que me prestan el dinero.

el Monza dijo...

Si tengo que exigirle a alguien que pague para que me habiliten un préstamo a mí, seguro que termino a los piñazos.

M. Eugenia dijo...

Ese hombre le prestaría dinero a Napoleón? Napoléon sería buen pagador? A cuánto ascendía su poder económico? Por qué es tan poco conocido?. Bueno, ya está.

Andrés dijo...

Si yo fuese pintor me vestiría con colores más alegres.

Marta dijo...

Las armas que usó mi marido para conquistarme fueron muy efímeras.
De más está decir que luego no me gobernó ni una semana.