jueves, 5 de agosto de 2010

Nuestro Señor Pigmalión González

Cultura es el conjunto de conocimientos, modos de vida, costumbres, tradiciones, de una época, un pueblo, un grupo social o de un individuo.

Desde mi punto de vista, todas estas son características de nuestro organismo.

Lo que sabemos está en algún lugar físico de nuestro cerebro, hígado o donde se aloje la memoria evocable.

Sobre este tema no existe magia, ni misterio, ni misticismo, sólo tenemos ignorancia.

Desconocemos aún muchas cosas sobre cómo somos y funcionamos.

Por eso sobrevive el pensamiento primitivo, que atribuye a causas sobrenaturales lo que todavía desconocemos (especialmente en el campo de la psiquis).

La escultura es cultura

Con este subtítulo quiero decir que las transformaciones culturales que operan sobre nosotros, equivalen a una escultura que los demás construyen, usando nuestra carne como si fuera mármol, plastilina o barro.

«Qué lindos ojos», «te ríes como una guaranga», «esa voz me subyuga», «¿necesitas insultar?», «tus senos enamoran», «caminas como si fueras arrogante», etc.

Estos son golpes agradables o dolorosos, que aplican sobre nosotros los escultores que nos forman, nos reforman, nos diseñan y hasta cierto punto, pretenden hacernos a su imagen y semejanza.

Nos esculpen nuestros vecinos escultores e indirectamente también lo hacen las manifestaciones artísticas que nos llegan, como el cine, la literatura, la escultura (propiamente dicha), la pintura, la moda.

Somos como ellos nos hacen, en los aspectos buenos y en los malos.

Quienes nos rodean, reaccionan pensando inconscientemente así:

1º Me quiero y me valoro como soy;
2º Amo todo lo que sea tan valioso como yo;
3º Si quieres que te ame, tienes que ser a mi imagen y semejanza.

Como culturalmente está mal visto que alguien muestre estos sentimientos tan cargados de narcisismo, ponemos en boca de Dios aquellas expresiones humanas más impresentables por lo altaneras.

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9 comentarios:

Elbio dijo...

Los demás nos construyen, pero nosotros ya traemos los materiales básicos.

Lina dijo...

Dios hizo al hombre a su imágen y semejanza para que el hombre lo amara. Muy astuto. Pero las mujeres no libramos!!!

Evangelina dijo...

El respeto no hizo ninguna escultura con ustedes, eh.

Oriente dijo...

Cuando perdemos un miembro, lo seguimos sintiendo porque nuestra memoria continúa recreándolo.

Filisbino dijo...

Cuanto más se quiere a una persona, más difícil se hace aceptarla distinta a uno mismo.

Magela dijo...

Pienso que Filisbino tiene mucha razón. Es fácil adoptar la postura abierta, superada, moderna, cuando se trata de gente que ni nos va ni nos viene.

Lucas dijo...

Nuestros padres nos moldean, y el acabado final lo hacen los otros que se cruzan por nuestra vida, la vida misma y el azar. Sin duda este último es el que se divierte.

Lola dijo...

Cuando era jovencita estaban de moda las minifaldas. Por eso a mí me gusta mostrar.

Cacho dijo...

Podés usar mi carne, pero guarda que no soy de mármol!