lunes, 9 de agosto de 2010

Cómo construir verdades con datos falsos

Algunos dicen que el ser humano utiliza una mínima parte de su capacidad y que el resto está pendiente de ser desarrollado.

No sé si esto es así. En principio lo pongo en duda, porque los humanos somos muy dados a creernos una maravilla y resulta que en miles de años hemos avanzado, pero no tanto como deberíamos si todas esas potencialidades existieran.

Cualquiera puede constatar sin embargo, que casi nadie utiliza más de una décima parte de las utilidades que una computadora tiene disponibles.

Los paquetes de Microsoft (Windows, Word, Excel, etc.) —sin ir más lejos— son enormes y dudo que haya muchas personas en el planeta que los conozcan en su totalidad.

Cualquiera puede constatar además, que desde nuestra computadora accedemos a los contenidos de la web, que son enormes, parecen inabarcables y hasta infinitos.

Me pregunto qué estamos haciendo con estas dos últimas evidencias (ya que la capacidad mental no es evidente sino imaginada por los más optimistas).

Algunos argumentan que esa cantidad de información que circula en Internet, es de bajísima calidad, porque la identidad de los autores es dudosa o directamente no existe.

Y acá va un comentario (firmado por mí).

Venimos de una costumbre muy arraigada pero que está perdiendo eficacia.

Estamos acostumbrados a suponer que existen verdades y además, creemos que la identificación fehaciente de un autor (en un libro, por ejemplo), agrega veracidad a lo que comunica.

Podríamos pensar también, que los únicos capaces de conocer las verdades que realmente nos importan, somos cada uno de nosotros, ya que lo que dicen famosos o anónimos, suele estar sujeto a confirmación, rectificación, opinión, puntos de vista, desactualización.

Si tomamos cualquier información (verdadera o falsa), sólo para estimular nuestras propias búsquedas de la verdad, ya no importará la identidad del autor.

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11 comentarios:

Delfina dijo...

Si tomamos cualquier información falsa, podemos soltar cualquier información verdadera.

Marta dijo...

La capacidad mental no es evidencia suficiente para tomar en cuenta, en ninguna ocasión, bajo ninguna circunstancia.

Eladia dijo...

yo uso un montón la computadora; me la paso escribiendo!

Dra. Mircen dijo...

Los humanos somos muy dados en aquellos ambientes facilitadores de un intercambio fluído, descontracturado.

la peti dijo...

La información que circula en internet es bajísima pero muy veloz.

Ingrid dijo...

Un autor sin identidad es totalmente paradojal.

Alfredo Note dijo...

Para que los contenidos de la web sean más abarcables, es aconsejable la pantalla chica.

Holmes dijo...

Cómo sabemos que el comentario lo firma ud? Quién es ud? Una construcción verdadera? Un conjunto de datos falsos?

Furturo Furtado dijo...

Mi capacidad mental es de vidente.

Renné dijo...

Indirectamente existo porque directamente pienso.

Domenech dijo...

Yo siempre le tuve confianza a ciertos autores.