Muchos temas generan una variedad de opiniones: son discutibles. Hay personas que piensan una cosa (con sus argumentos) y otras que piensan lo contrario (con sus argumentos).
Si el tema en discusión nos interesa, nos enfrentamos a dos posibilidades:
1) Adherimos con pasión a una de las opiniones, defendiéndola con mucho énfasis y combatiendo simultáneamente a la que se le opone; o
2) Estudiamos el tema sin tomar posición por entender que el asunto efectivamente tiene aspectos positivos y negativos.
Veamos un ejemplo:
Las drogas ilegales generan un gran daño en una pequeña parte de la población.
— La pregunta que nos surge es si prohibimos su comercialización y generamos un mercado clandestino atendido por rufianes, mafiosos, delincuentes;
— o prohibimos también su consumo restringiendo las libertades individuales en desmedro de la democracia;
— o regulamos su comercialización desmotivando así a los malvivientes que lucraban con la prohibición y atendemos la salud de esa pequeña parte de la población cuyo consumo le hace daño (como el azúcar al diabético).
Hasta donde yo puedo entender (y esto también es discutible), las personas del grupo 1) que atacan, combaten, intentan eliminar de raíz y exterminar lo que les parece malo, si logran su objetivo, habrán solucionado un problema, pero si no lo logran, entonces lo habrán agravado porque «lo que ataca y no mata, fortalece».
¿Por qué hay grandes posibilidades de que el grupo 1) fracase? Por dos motivos: a) porque no tienen la fuerza suficiente y b) porque les gusta combatir y si solucionan el problema se quedan sin lo que más les gusta: combatir.
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13 comentarios:
Muy interesante el artículo.
Otra visión podría ser que cada cual elige su razón de vida, y vive de acuerdo a ella.
Mi receta es educación más libertad. Es la única forma que conozco para que todos seamos lo más responsables posible.
Estoy de acuerdo con que se debería regularizar la comercialización y brindar información objetiva acerca de las consecuencias del consumo de drogas.
El que combate por una causa justa genera progreso. De todos modos también es cierto que algunos combaten por curro y hacen de su lucha mas bien un medio de vida y un rasgo de identidad. Estas personas desatienden lo importante, que son los resultados y quedan presos de su propia egolatría.
Si todos fuésemos del grupo 2 y nadie tomara posición por nada adquiriríamos un "modus vivendi errático"
No olvidemos que esa pequeña parte de la población vive en un infierno.
Eso de que los combatientes no tienen la fuerza suficiente es una mojada de oreja!
¡Si será cierto que lo que ataca y no mata fortalece! Fijesé que desde que me vacuno contra la gripe llevo los inviernos invicta.
Al que le gusta combatir, resuelve un problema y luego toma otro ¡como los paladines de la justicia!
A esta altura me pregunto por qué siempre fui combatiente de causas perdidas...lo peor es que no me arrepiento.
¡Q pipa se mandó el negro! Parece que estuviera sosteniendo el cigarro con la lengua!
A algunos asuntos es difícil encontrarles el lado positivo...
a veces me despierto pensando una cosa y luego me duermo pensando lo contrario.
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